Copa Regiones- Cuando el fútbol te da la vida

Un médico, tres fisios, profesores de universidad y un director de un centro de Asprona complementan la selección de Castilla y León con jugadores y utilleros, algunos con una historia especial
(I a D) Oscar Creo, segundo entrenador, Javier Rábago, médico, Javier Sánchez, preparador físico; Javier Díez, entrenador de porteros y Adoración Cófreces, utillera . / ICAL

“El fútbol me ha dado la vida. Me he apoyado siempre en él”. Dori Cófreces lleva vinculada al balompié cuatro décadas. En ese tiempo ha sido presidenta de un club deportivo, ha superado tres enfermedades y hasta obtuvo el permiso de conducción de camión y autobús. Ahora comparte concentración en la fase intermedia de la Copa de las Regiones, en Lviv (Ucrania), con médicos, fisios y profesores de universidad, un director de un centro de Asprona en León, los propios jugadores y utilleros. Cada uno de ellos tiene su historia, su vida particular, pero todos ellos con una pasión: el fútbol.

“Este deporte me ha ayudado mucho y siempre he conocido buena gente”, desliza en un momento de descanso esta palentina de Bustillo de la Vega, en conversación con el otro técnico de equipamiento de la Selección UEFA Castilla y León, Javier García. La vida se ha dedicado a colocar baches por donde ella pasaba, como si de una carretera ucraniana se tratara, pero con gran criterio ella daba un salto y las superaba. Y el fútbol ha tenido mucho que ver en ello. De hecho, fue presidenta del CD Frómista, de Primera Regional. Hoy en día se ven más mujeres al frente de clubes, pero en 1985… “Eso sí, todos nos ayudábamos. Cada uno su tarea”, rememora, ahora con 60 años.

La vida le tenía preparada otra sorpresa negativa. Y en 2001 le detectaron un cáncer de ganglios linfáticos. Tras años de tratamiento lo superó, y en 2007 la encontraron un tumor de mama. Para ayudarse a superarlo decidió sacar el carné de de conducir grandes vehículos. “Me sirvió mucho mentalmente. Hice amigos en la autoescuela que eran chavales. Lo hice como salida, pero nunca lo he necesitado laboralmente”, sentencia Dori, ya jubilada, después de haber trabajado, entre otros, en un centro de personas con discapacidad. “Me ponía el pañuelo en la cabeza y todo el mundo me quería”, comenta.

Aunque habitualmente viaja con los equipos femeninos de la Federación de Fútbol de Castilla y León (FcyL), en esta ocasión se le ofreció acudir a Ucrania con el combinado UEFA. El cariño que le tienen es obvio a cada paso que da por el hotel. No se le escapa nada, ni una broma, ni se le olvida una toalla. Y recuerda que en 2015, de nuevo otra piedra en el camino y otro cáncer, en la otra mama. Y otra vez a empezar…

Pero la fuerza de esta palentina es superior al de la enfermedad y hoy en día lo ha superado todo “perfectamente”. Por eso puede disfrutar y trabajar en esta concentración.

“Cuando salgo con las niñas a los campeonatos de España soy como la madre de todas”, ironiza Adoración, quien rechaza que ella haya sufrido en algún momento ningún trato negativo por el solo hecho de ser mujer en un mundo como el fútbol, tan masculinizado históricamente.

Su relación con el fútbol se la trasladó desde pequeños a sus hijos. Uno de ellos ha jugado en el Real Valladolid B, en el Becerril y ahora en el Palencia 1929, después de hacerlo desde infantil en el San Juanillo de la capital palentina. También su hija lo ha practicado. Lo hizo de “cría” con niños varones y de hecho entrena ahora con un club en Madrid, donde trabaja. “Yo creo que el fútbol puede ayudar a los niños a desarrollar unos valores como personas, conocerse, el equipo

“Sarna con gusto no pica”

Durante la concentración, Dori trabaja con el resto de técnicos y sanitarios de la Federación. Uno de ellos es Javier Rábago, médico de la Selección y traumatólogo en el Hospital de Salamanca, donde desarrolla su labor en la Unidad de Ortopedia Infantil, departamento de referencia en Castilla y León y al que llegan niños de toda la Comunidad. “Estos son parte de mis días de vacaciones. Es un esfuerzo y un sacrificio, pues sí, pero relativo. Nadie te obliga y lo haces por que te gusta. ¿Sabes ese refrán de que sarna con gusto no pica?…”, sonríe, mientras no pierde atención de los ejercicios físicos que realizan los jugadores.

Rábago admite que siempre le ha gustado el fútbol. Realmente es el lógico denominador común de la expedición que viaja habitualmente con la FCyLF. Incluso posee el carné de entrenador de nivel 1, con el que podría dirigir hasta un equipo juvenil en categoría regional. Durante la concentración, los sanitarios “funcionan como grupo”. Son los tres fisios, quienes también han dejado atrás sus quehaceres, incluso cerrando por unos días sus clínicas, los primeros que analizan a los jugadores, con quienes más contacto directo tienen. “Es una confianza mutua entre jugador y fisio. Su confesor en muchos caso. Y luego estoy yo para incidencias complejas o lesiones complicadas”, comenta ‘Doc’, como le llama el resto cariñosamente, y que responde que acude a trabajar, “no de vacaciones”.

Tomar posesión… ¿durante el partido?

El preparador físico del equipo es Javi Sánchez. El viernes, durante el partido frente a Ugur (Azerbaiyán), el segundo de la fase intermedia, debía haber tomado posesión de su plaza en la Universidad Pontificia de Salamanca (UPSA), donde ejerce como vicedecano del Grado de Ciencias de la Actividad Física y del Deporte.

La selección le permite desarrollar una temática “afín” a su trabajo y le sirve para reafirmar una actividad docente e investigadora que luego traslada a sus clases, a sus alumnos”. “Analizamos, como ejemplo, los resultados que aquí obtenemos con los jugadores; elaboramos publicaciones con los registros logrados, los entrenamientos…, y llevamos la teoría y la práctica al aula”. “Tengo la suerte de que el equipo rector de la UPSA entiende que este trabajo es positivo y refuerza la acción docente”, sostiene.

Eso sí, durante las últimas semanas ha contado con la “comprensión” de sus alumnos y la “flexibilización” de la entidad académica para “poder adelantar las clases y no perder horas con ellos” por la celebración del campeonato. Se da la circunstancia, ironiza, de que el seleccionador, Mario Sánchez, es su jefe en la Federación, pero Javi Sánchez es el vicedecano del Grado en que el entrenador es profesor. “Aquí es mi jefe, pero en la universidad lo soy yo”, contesta entre risas, con la música de fondo que acompaña los ejercicios físicos que hoy ha establecido para los futbolistas.

Un director especial

Bien atado ha dejado todo Óscar Crego, segundo entrenador, en el centro de Asprona de Veguellina de Órbigo (León) que dirige. En la localidad leonesa se atiende a 16 personas adultas con discapacidad intelectual, además de a otras dos del Centro Especial de Empleo, que realizan labores de limpieza urbana en Hospital de Órbigo. Este centro de día se encarga de una parte ocupacional para proporcionar accesorios de aluminio y tornillería, en un acuerdo con una empresa de Villadangos; de trabajos manipulativos mediante manualidades, dibujos, artesanía…; y estimulación cognitiva. También existe un apartado de psicomotricidad. Pero lo más importante es “programar los planes de vida” de estas personas. Para ello, acuden de 9 a 12 horas de localidades de 15 kilómetros a la redonda, a los que se acude a buscar en furgoneta.

Pero el trabajo de Crego no se ciñe únicamente a la duración de cada concentración con las selecciones UEFA o sub 12, de la que también se encarga, sino que supone estar en contacto permanente con Mario Sánchez, algo que hoy en día les permiten las distintas modalidades de comunicación por internet. “Hacemos informes, vemos partidos, captación para la selección.. Nos repartimos bien las parcelas en la Federación, algo que me permite complementarlo con mi empleo”, relata el míster, quien asegura que es “muy satisfactorio el trabajo con los niños y ver a sus familias” y que le recuerdan perfectamente a la selección UEFA, con la que se encuentra actualmente en Ucrania.

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