“Desde la Plataforma Ciudadana de Astorga por la Igualdad y Contra la Violencia lamentamos comunicar el asesinato de:
Annick Chenut de 65 años, asesinada por su esposo de 72 años en L’Escala (Girona). La mujer convivía con su agresor en la vivienda de la localidad de L’Escala donde el asesino la apuñaló antes de ahorcarse.
Recordamos que están suspendidas las concentraciones en la Plaza Mayor y que dicha suspensión se prolongará hasta que las autoridades competentes informen de que podemos volver a concentrarnos sin riesgo alguno de contagio por coronavirus. Por lo que convocamos un minuto de silencio virtual el martes, 2 de junio de 2020 a las 20 horas, en memoria de las mujeres asesinadas y en señal de profunda repulsa a sus asesinos.
En el caso de confirmarse, también recordaremos a la mujer de 38 años, asesinada presuntamente por su pareja en Esplugues de Llobregat (Barcelona). A la espera de confirmación oficial por la Delegación de Gobierno para la violencia de género”.
Manifiesto, 2 de junio de 2020
El coronavirus nos ha azotado duramente, muy duramente. Quienes hemos sobrevivido hemos tenido que sufrir el confinamiento, la falta de libertad para poder salir a la calle, el miedo a un posible contagio, el temor a contagiar a alguien sin querer, las dificultades de un espacio en casa que se nos quedaba a veces pequeño y la incertidumbre de hasta cuándo iba a durar el confinamiento.
Es posible que lo hayamos pasado mal, pero hay personas que lo han pasado mucho peor. A algunas mujeres, por ejemplo, al miedo al coronavirus se les ha unido ese otro miedo al maldito virus del machismo.
Imaginemos que, además de todas las dificultades del confinamiento, sintiéramos el terror a que un maltratador, con el que de repente hemos sido condenados a convivir las 24 horas del día, nos atacara. La angustia de las mujeres que han tenido que pasar por esta situación ha debido de ser terrible. En algunos lugares, afortunadamente, hay teléfonos a los que acudir y casas de acogida en donde poder refugiarse, pero esto no es fácil de hacer en algunos casos ni está disponible en todas partes. Buena parte de la sociedad es insensible a los crueles azotes del machismo y le quita importancia al problema con excusas absurdas.
Mientras tanto, los maltratadores machistas siguen considerando a las mujeres como seres inferiores, que tienen que obedecerles y que tienen que poner sus vidas a su disposición, porque si no lo hacen, sufrirán o morirán.
Hay que tomar conciencia de esta situación y hay que seguir haciendo algo para acabar con ella. Convivimos demasiado insensiblemente con el virus del machismo, y esto es injusto, inhumano y peligroso para cualquier mujer.
O creamos una sociedad en donde todos, mujeres y hombres, tengamos los mismos derechos, entre ellos el derecho a la vida, o estaremos mirando para otro lado y tolerando que sigan los maltratos a las mujeres, el sufrimiento de las mujeres y los asesinatos de mujeres.
No queremos que sigan los malos tratos a las mujeres.
No queremos que los asesinos de mujeres sigan derramando su odio en la sociedad.
Plataforma Ciudadana de Astorga por la Igualdad y Contra la Violencia
No queremos ninguna mujer más asesinada.