La arqueóloga municipal de Astorga, María Ángeles Sevillano, comunicó este lunes los primeros resultados de la excavación arqueológica que se llevó a cabo en el nevero a lo largo de todo el mes de octubre, destacando que se trata de un “pozo de hielo” destinado a acumular nieve en invierno para posteriormente fabricar piezas prismáticas de hielo que se trasladaban a la ciudad o a otras localidades tanto para destinarlos a la conservación de alimentos como a fines terapéuticos.
La estructura presenta un pozo de 6,2 metros de profundidad de planta octogonal y un diámetro de algo más de 6 metros protegido por una construcción de planta rectangular de unos 11 por 13 metros cubierta por tejas. En ese sentido, María Ángeles Sevillano señaló que los trabajos arqueológicos corroboraron el trabajo previo de archivo, donde “se pudo ver alguna nota en la que se habilitaba un presupuesto para retejar el nevero”.
Finalmente, Sevillano anunció que también se han encontrado restos de un acceso “probablemente carretal” por el que los carros accederían al pozo para descargar la nieve.