Como quien no quiere la cosa

@jlBarreales El Valladolid B aprovecha el drama de un equipo miedoso y sin ninguna confianza. Por tercera jornada consecutiva, el Astorga se va al descanso con ventaja en el marcador y ve pasivo como en el segundo acto el rival le arrolla como si de un tren se tratase. Y lo peor es que quien arrolla no es uno de los equipos punteros, es un rival directo. El Promesas, después de dar la vuelta al tanto inicial de un Bandera que suma ya siete goles, se escapa a seis puntos y hunde un poco más a los astorganos. Y lo hicieron como quien no quiere, sin mucho trabajo, encontrando facilidades una y otra vez.

Tras hacer acto de presencia los extremos blanquivioletas y asustar a las decenas de aficionados verdes que se desplazaron a los Anexos, hizo acto de presencia sobre el césped el miedo a no perder de dos escuadras necesitadas de puntos. Pasaban los minutos, alguno en la grada pensaba en dar una cabezadita antes de comer, ambos dejaban la sensación de andar con la cabeza en otros menesteres y dejar el fútbol para otro día.

Entre bostezo y bostezo, Roberto Puente, que al menos se gana el sueldo con su constante presión, se encontró con un regalo de Iván Casado en forma de cesión, por llamarlo de alguna forma, a su portero. Agradecido sin duda por el presente que le ofreció el capitán vallisoletano en la última jugada de la primera mitad, Puente encaró a Julio, sólo quedaba poner el lazo. Léase en este caso regatear a un guardameta que cometía penalti, pero veía como el colegiado daba ley de la ventaja para, que ya desde el suelo, el atacante mandase el esférico a la madera. Y ahí apareció Bandera para empujar sin oposición. ¿Y los defensas locales? Pues lo dicho, con la cabeza en otros asuntos. Una semana currándose el partido, pensaría Borja Jiménez para regalarlo de esta forma.

Después de que Diego tuviera el segundo en dos ocasiones nada más volver de vestuarios, los de García Moreno parecieron dar la partida por ganada, pero aún restaban muchas manos. Si la zaga pucelana no tenía su día, los visitantes no quisieron dejarlos en feo. Toni encontró una autopista y cedió para que Caye Quintana, en semifallo, alojase el balón en la jaula. Marcó el Valladolid y todos aceptaron una suerte irreversible, no digamos ya cuando marcó Cristian de cabeza al rematar un saque de esquina. Tan claro está que los defensas estaban pensando en volverse cuanto antes de tierras castellanas como que dimitió de sus labores en cuanto el Valladlid metió una marcha más. Nadie consideró conveniente, por ejemplo, seguir su marca en las acciones a balón parado. Así que ante la galbana verde, al filial no le quedó más remedio que hacer el segundo, el tercero, el cuarto y el quinto. Pero no, que Javi sí estaba tomándoselo en serio y salvó hasta tres goles que hubiesen hecho un verdadero escarnio.

A diez minutos del final Ivi y Diego quisieron sacar una sonrisa a sus sufridos parroquianos. ¡Agua! Y con el tiempo cumplido, y a la contra, Adri, que acababa de entrar, hacia el tercero. Ya fue abusar. Definitivamente el Astorga fue un amigo y el Valladolid ganó casi sin querer.

FICHA TÉCNICA

3 Real Valladolid B: Julio; Deve, Cristian, Iván Casado, Ángel; Mario, Zambrano; Dani Vega (Ismael, min. 81), Toni (Adri, min. 89), Mayoral; y Caye Quintana.

1 Atlético Astorga: Javi; Manu, David Uña, Juanra, Cristian (Ivi Vales, min. 69); Porfirio,  Saúl (Fa, min. 46);  Diego, David Bandera, Lago (Pevida, min. 57); y Roberto Puente.

Goles: 0-1 Bandera, min. 44; 1-1 Caye Quintana, min. 52; 2-1 Cristian, min. 64; 3-1 Adri, min. 93.

Árbitro: Hernández Lorenzo (Colegio riojano). Amonestó a los locales Caye Quintana y Toni, y a los visitantes Manu, David Uña e Ivi Vales.

Incidencias: Grupo I de Segunda División B. 11ª jornada. Anexos al Estadio José Zorrilla. Ejercieron como capitanes Iván Casado y Bandera. Tiempo otoñal con 17 grados de temperatura y mucho viento. Césped artificial en malas condiciones. 300 espectadores.