Las imprentas han dejado de hacer su agosto en las campañas electorales donde el modelo clásico imperante pasaba por llenar las avenidas de carteles con las imágenes y eslóganes de sus candidatos. No contentos con eso surgieron tiempos después las pegatinas para ubicar en papeleras, señales, cuadernos y hasta boicotear algún que otro cartel del contrario con risa y burla de por medio. No obstante, el sector de los impresores suplió ese frenazo habido en los años 90 en España con los programas electorales, pasquines o flayers y con revistas de fin de legislatura de los que terminaban su tarea pública, aspirasen o no a la renovación.
¿Pero qué tendrá el escaño, sillón, poltrona o acta de concejal, procurador, diputado, consejero…que tanto esfuerzo merece?
Para muchos es el anhelo de un reconocimiento social, un poder ser representante de su pueblo, su ciudad, su provincia o su región; para unos pocos, un sillón de tortura donde una carga de responsabilidades llegan a abrumar en los primeros meses de legislatura. Desde el momento en que uno es un cargo público está siempre bajo la lupa de sus contrarios, de los medios de comunicación y hasta de la ciudadanía que espera de él o ella una actitud pulcra, ejemplar…y beneficios para su zona o municipio.
La mayor parte de aspirantes a alcaldes y presidentes de juntas vecinales parten de salida con poca o nula experiencia en la gestión pública. No saben que la maquinaria administrativa es cada vez más restrictiva en su margen de maniobra política y una casta, sí casta, de elevados funcionarios con poder les ven pasar por los puestos políticos mientras ellos se quedan en su capillita o parcela de poder.
Salpicados de cola por el arranque electoral y un tanto atribulados por el fallecimiento inesperado de Pérez Rubalcaba, la cara amable de gobiernos de Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, el ministro de Interior con una larga sombra de poder; recordamos aquella visita a un alcalde de una pequeña localidad berciana que a todo lo que se le decía respondía: “Lo tengo que consultar con el señor secretario”.