El colectivo Ciudadanos del Reino de León (CCRL) responsabiliza a la Junta de la gravedad de los incendios registrados en la Región Leonesa por rechazar el pasado abril dotar de más medios anti-incendios a las tres provincias (Salamanca, Zamora y León), tal y como reclamaron UPL y CCRL, “lo que ha contribuido a que los fuegos hayan revestido una mayor gravedad, arrasando una mayor superficie”, señalan en un comunicado.
Puntualizan que la virulencia de los incendios que han arrasado estos días las tres provincias leonesas hacen recordar las preguntas que el procurador de UPL, Luis Mariano Santos, registró en abril en las Cortes autonómicas. En ellas, solicitaba a la Junta una mayor dotación de medios anti-incendios en Salamanca, Zamora y León, a la par que pedía explicaciones por el hecho de que la Región Leonesa concentre cada año el 90 por ciento de las hectáreas quemadas en la autonomía.
Subrayan que el devastador incendio que arrasó 2.000 hectáreas en el Bierzo volvió a poner sobre el tapete “la mala gestión de la Junta” en materia de incendios en la Región Leonesa, hecho que llevó a UPL y CCRL a exigir en las Cortes una mayor y mejor dotación de medios. Sin embargo, la petición fue rechazada por la Junta, que “se limitó a señalar que cuando se declara un incendio forestal se responde con todos los medios de extinción necesarios […] constituyendo la principal problemática el elevado grado de intencionalidad como causa de los incendios”.
No obstante, los graves incendios acaecidos en León, Zamora y Salamanca desde entonces, ponen en evidencia que la dotación de más medios en la Región Leonesa exigidos por el leonesismo y rechazados “era y es una necesidad”. En este sentido, apuntan, la insuficiencia de medios en la zona se ha evidenciado especialmente en el incendio de La Cabrera, el más grave de toda España en este año, que ha calcinado casi 10.000 hectáreas, contaminando además las aguas de las que se surten varios municipios, que han dejado de tener acceso a agua potable debido a los incendios.
El procurador en Cortes de UPL, recordaba en abril que en la última década en torno al 90 por ciento de las hectáreas quemadas en la autonomía se ha concentrado en León, Salamanca y Zamora, pero la Junta sólo tiene asignado el 29 por ciento del material de vigilancia, “lo que supone bastante menos de lo que le correspondería a la Región Leonesa por población o territorio, pues el País Leonés supone el 40 por ciento y 41 por ciento de la autonomía en habitantes y extensión respectivamente”.
Puntualizan desde el colectivo que la Junta mantiene una “torpe política” al no contratar a los brigadistas forestales, “como hacen otras autonomías como Extremadura”, que impide que se hagan las labores de mantenimiento y prevención pertinentes en los bosques (que ayudarían a aminorar la gravedad de los incendios y sus efectos), suponen que el monte “sea pura yesca en caso de incendio, y sea mucho más complicado a la hora de la verdad parar su avance”. Señalan que las malas coniciones que ofrece la Junta a nivel laboral es el motivo de que decidan irse a trabajar a otras comunidades autónomas.
Asimismo, desde el Colectivo Ciudadanos del Reino de León muestran inquietud acerca de las repoblaciones forestales que se vayan a acometer en las zonas arrasadas por el fuego, donde -dicen- frecuentemente se repuebla con especies no autóctonas del medio arrasado, como el pino piñonero, más propio de la comarca de Tierra de Pinares, en Valladolid y Segovia, que supone a medio y largo plazo un mayor perjuicio para el entorno, pues acidifica el terreno y acaba amenazando la propia existencia de las plantas autóctonas que se sitúen en sus alrededores.
CCRL exige “transparencia” en lo que concierne a la contratación para la repoblación forestal en las zonas quemadas, de forma y manera que no quepa posibilidad de que existan intereses espurios en este tipo de repoblaciones forestales, y a su vez en los contratos que se realicen por la administración autonómica para repoblaciones forestales, se exija como condición sine qua non la repoblación con especies autóctonas de cada zona.
Desde luego vaya cruz nos cayó en 1983 con pertenecer a esta miserable, cutre, artificial e hipercentralista autonomía. Soy de los que cree que la unión hace la fuerza pero es que es una tras otra, que desastre de gestión vallisoletana. Sólo con decir que el centro de control de incendios está en la provincia (no hace falta decir cuál) con menos riesgo de incendio nos podemos ir haciendo una idea. Pero es que además se llevan quemando montes verano tras verano con león como maillot negro y no se hace nada. Al contrario, se sigue incumpliendo la ley de montes una y otra vez. Preferiría mil veces un estatus similar al preautonómico en el que la región leonesa era una realidad. Eso y un único gobierno nacional que se preocupase de verdad por sus regiones y por sus gentes. Que diese voz a los territorios a través de las diputaciones. A León nos iria infinitamente mejor con esa fórmula. Porque con este cáncer, porque no tiene otro nombre, que es esta autonomia de fuensaldaña seguiremos en nuestro camino a ninguna parte. Boina calada si, pero debajo de la boina hay algo, que es lo que realmente importa. Bien por CCRL-UPL