PUBLIRREPORTAJE / DA Recorriendo la capital maragata tras la pista de un buen lugar para comer, uno se encuentra, en pleno centro y a tan solo 100 metros de la Catedral de San María y del Palacio Episcopal, obra de Antonio Gaudí, con uno de los rincones más encantadores de la ciudad, el Hotel Ciudad de Astorga. El edificio está reformado y mantiene su esencia original como mansión de estilo ‘Art Nouveau’, que combinada con elementos modernos, le dan sin duda un toque de distinción.
Si el visitante lo que quiere es ‘picar’, a la par que refrescarse con una cerveza o un vino español, en la parte inferior del Hotel Ciudad de Astorga podrá adentrarse en el local por excelencia de tapeo en la ciudad. ‘El Aperitivo’ conserva la deliciosa estética de una mansión de principios del siglo XX, con terraza de verano y una gran variedad de tapas: tablas de embutidos maragatos y quesos de la zona, ensaladas y una amplia gama de especialidades; mollejas al aperitivo, ensalada peregrina con queso de cabra, morcilla de León con pan tostado y pulpo con cachelos.
Pero si lo que el forastero o el lugareño desean es sentarse en un comedor de lujo para disfrutar de una oferta culinaria para paladares exigentes, inspirada en la gastronomía tradicional maragata, leonesa e incluso castellana, debe entonces dirigirse al Chalet de Josele. Su comedor, puesto en marcha hace dos años, embelesa a cualquiera con sus amplias vidrieras, sus lámparas, sus techos, sus suelos de mosaico hidráulico artesanal, todo ello conservado y restaurado con toques modernistas.
Y es que este restaurante posee el lema de que “el cliente se vaya siempre lo más satisfecho posible” y para ello acoge a todo tipo de públicos y se adapta a la demanda con una oferta con múltiples posibilidades para que la elección esté “a gusto de todos”, destaca la directora del Hotel Ciudad de Astorga, Sagrario González.
Los clientes con un presupuesto mas ajustado podrán disfrutar del menú del día del Chalet de Josele por 14 euros, o regresar por la noche a cenar por 20 euros, y los más exquisitos no podrán pasar por alto sus menús para dietéticos y vegetarianos, sus menús infantiles y su amplia gama de platos a la carta. Este restaurante no deja a ningún comensal indiferente y es que está incluido en la Guía Repsol y este año ha sido seleccionado además por la prestigiosa Guía Michelín.
Pero si hay algo característico que no tiene ningún otro restaurante de la ciudad son su carne de buey y sus especialidades en arroces, que han pasado de servirse solo los jueves a ofrecerse todos los días debido a la gran demanda que han tenido.
Entre su amplia oferta de alimentos siempre frescos destacan en carnes el chuletón de buey, las chuletillas de cordero, el solomillo en salsa de queso, los callos maragatos y el picadillo de matanza. En pescados, la lubina salvaje, la trucha con jamón y el congrio a ajo arriero. Su extensa gama de arroces incluye arroz con verduras y foie, arroz negro, paella de carne y marisco y arroz a banda. Por otro lado, la famosa cecina tiene un lugar especial en el Chalet de Josele.
Su carta también contiene un guiso que cambia cada día de la semana: garbanzos con callos, patatas con congrio, sopa de trucha, etc. Después de degustar uno de sus fabulosos platos llegan los postres. Entre las variadas posibilidades que el Chalet de Josele ofrece descubrimos exquisiteces para el paladar como tocinillo de cielo, coulant de chocolate o teja con helado de turrón y chocolate caliente. Además, para acompañar a la comida, el restaurante posee una amplia bodega con vinos del Bierzo, Riojas, Riberas, Albariños, Blancos, etc.
Mejora continuada
La cocina y la dirección del restaurante luchan día tras día para que esta agradable mansión de la capital maragata mejore su carta, su mantelería y hasta el más pequeño detalle.. La gastronomía propia del negocio posee el aval de casi 40 años de servicio de la hostelería en toda la ciudad. Desde sus inicios en 1972 esta empresa familiar que nació con la ‘Cafetería Nauru’ tiene una trayectoria que les permite conocer al milímetro las necesidades de los clientes más ambiciosos en la cocina.
No se puede olvidar la mención a sus espectaculares comedores que dan servicio a grandes grupos como en bodas y comuniones, reuniones de peñas y actos reservados con antelación, donde el presupuesto y el menú siguen la línea de adaptarse a los caprichos de los más selectos. El ‘Patio de Cristal’ hará las delicias de los amantes del ambiente taurino mientras que el ‘Cenador de los Sitios’, con su vasta iluminación y su decoración cuidada y elegante puede albergar hasta un centenar de comensales.
