César Augusto: “Pido que el año que viene vuelvan con la misma ilusión”

Entrevistamos al emperador de los romanos en este mes en el que se conmemoran los hechos acaecidos hace más de 2.000 años en Asturica Augusta

Astures y Romanos han vuelto a la bimilenaria ciudad. Asturica Augusta celebra durante el mes de julio sus fiestas de recreación más importantes del año, este año con un formato un poco diferente y con actos todos los fines de semana. Hemos querido hablar con los líderes de ambos bandos en este año tan especial y tanto este fin de semana como el próximo entrevistamos al César Augusto y al caudillo astur Sebius. En 2015 Isaac de la Fuente se convirtió en César Augusto tras la jubilación, después de los 25 años del César Josefus Orologius.

Pregunta: ¿Cómo llegó a conseguir el poder sobre el imperio romano?

Respuesta: Siempre me gustó la fiesta. Hay vídeos documentados míos, siendo un niño, participando, juno con mi padre, en el concurso de catapultas, en torno a 1995/1996. Siempre he estado unido a la fiesta y siendo un poco más mayor entré en el grupo del antiguo César y estuve a su derecha, colaborando con él para lo que hiciera falta. Cuando él dijo que con sus 25 años participando tenía todo hecho y no quería más, se convocaron elecciones. Nos presentamos dos personas y salí yo victorioso, dejando a la otra persona, con quien tengo gran afinidad y amistad, como mi mano derecha. Se trata de Joaquín Hernández, pretoriano que siempre va de negro al lado mío.

P: Su predecesor estuvo en el cargo 25 años, ¿han sido unas “sandalias grandes” las que ha tenido que llenar?

R: Sí, porque él dejó el listón muy alto, prácticamente fue uno de los artífices del germen que hoy es la fiesta. Hizo mucho por esto, así como por otras causas en la ciudad, por lo que el listón ha sido alto. He trabajado con mucha ilusión y espero llegar, al menos, a la altura digna que se merece.

P: ¿Espera un imperio de 25 años?

R: Llevo seis ahora mismo y tengo la misma ilusión que el primer día. Creo que uno cuando pierde la ilusión, da igual que lleve 25 o 6 años, lo mejor es que por el bien de la fiesta se tenga que retirar. En este momento tengo la ilusión intacta y tengo ganas de trabajar por la fiesta, de ayudar, de hacer cosas. Este mes por toda la ciudad, todas las máquinas de asedio y de construcción que hay las he fabrcado y con mis propias manos. Solo tengo ganas de que esta fiesta continúe y siga creciendo.

P: El anterior César llevaba un nombre por completo diferente, ¿qué le hizo tomar el nombre de Augusto?

R: La fiesta ha ido cambiando, al principio era una fiesta más lúdica e intentando reflejar hechos que pasaron en la ciudad, pero más festiva. Hemos ido tornando a hacer una fiesta más educativa, más fiel a la recreación histórica de lo que aconteció en Asturica Augusta en el siglo I que fue cuando se fundó la ciudad de Astorga. Por aquí pasó Augusto, en principio tuve la opción de ponerme como Trajano, pero, muy acertadamente, tanto la arqueóloga municipal María Ángeles Sevillano, que he tenido siempre a mi lado, a quien estoy profundamente agradecido, me dijo que históricamente había estado Augusto y que convendría, no fue una imposición de nadie, el nombre de Augusto. Me di cuenta yo que era lo mejor porque fue el emperador que estuvo en Astorga.

P: ¿Qué significa para ti ser el César de los romanos?

R: Como persona vinculada a la fiesta desde que era pequeño es el cúlmen de toda una vida dedicado a esto. Parece que la figura más representativa es la que llama la atención. Para mí ha sido el no-va-más, la terminación de una vida de amante al mundo romano, al mundo ligado a Asturica Augusta. A día de hoy, cuando me llaman César, es un orgullo. El César no solo es solo el último fin de semana de julio, sino que soy César durante todo el año, pues también hacemos salidas a colegios y no dejas de estar vinculado el resto del año al cargo.

P: ¿Cuál es la mejor parte de ser el César durante las fiestas de recreación de Astures y Romanos?

R: Ser la figura más representativa, tener que estar en todos los actos romanos y de relevancia, en los que tiene que estar el César. Que cuenten contigo para todo, que te guarden un sitio privilegiado y para mí el acto más importante, en el que más realizado me encuentro dentro del cargo que represento, es el Circo Romano. Para mí es el súmum de esta fiesta de Astures y Romanos de Astorga.

Me gustaría destacar que este año se conmemoran las 25 monedas romanas acuñadas en la ciudad. La moneda del 2021 ya es la número 25 en Astorga. Se cumple un cuarto de siglo de los denarios romanos, que se empezaron a acuñar en 1997.

P: ¿Cómo han cambiado los denarios romanos desde 1997?

R: En sí la moneda no ha cambiado, quien acuñó la de 1997 es la misma persona que me acuña las monedas a mí ahora. No ha cambiado el estilo de la moneda, podemos cambiar el color – el anterior César lo hizo – o con más peso o menos peso. La diferencia es que antiguamente las monedas todos los años se acuñaba algún acto representativo de la ciudad, recuerdo la puesta en funcionamiento de la plaza de toros, la estatua de Castorina, el Salón Indernacional del Chocolate de Astorga (SICA)… Yo me he ido más al rigor histórico, lo mío han sido todo monedas que la arqueóloga municipal me ha encontrado que se ha hallado en alguno de los yacimientos de Astorga. No tienen por qué estar vinculadas a Augusto, este año he sacado una moneda de la época de Calígula, muy rara de encontrar porque se acuñaron muy poquitas. En el anverso aparece mi cara y en el reverso tiene que ver con esa moneda.

Es lo que tanto yo como la arqueóloga municipal hemos querido hacer. Que todos los años saliera un anverso de una moneda hallada en la ciudad. Así ha sido en los últimos seis años, desde el primer denario que era el símbolo de la caetra, porque es la única moneda, que sabemos, que fue acuñada en Astorga.

P: ¿Cómo han cambiado en los últimos años Astures y Romanos?

R: Antiguamente cualquiera que se pusiera un trapo o hiciera cualquier cosa que pareciera romana, estaba admitido. Ahora tenemos un comité de rigor histórico, por lo que no todo vale e intentamos irnos al rigor histórico. Queremos tirar por la calidad, no la cantidad. No cualquier grupo puede cambiarse la indumentaria a libre albedrío, sino que tiene que pasar por el comité. Estamos intentando buscar una calidad especial para que dentro de la asociación internacional de fiestas nos den otro empaque y tiene que ser de esa manera.

P: El próximo año, o cuando pueda volver a celebrarse el Circo, ¿quién va a ganar?

R: (Risas) Intentaremos ganar nosotros, porque al final no sé lo que pasa, ellos están mejor preparados físicamente, unos años con un poco más de suerte. Tirando piedras contra mi propio tejado hay que entender que ellos “juegan en casa”. Al final fuimos nosotros la civilización invasora, triunfamos porque hay muchos más vestigios romanos que astures. La civilización romana casi destruyó todo lo que había y ahí está la impronta que dejaron los romanos. Al final siempre se lo digo a ellos, por muchos juegos siempre tendrá la victoria Roma.

P: César, ¿qué mensaje tiene para los romanos este año de pandemia?

R: Después de dos años de parón la gente se está enfriando un poco, por lo que les pido que aguanten un año más, que el año que viene vuelvan con la misma ilusión y que no dejen de montar su domus o palloza porque sin ellos esta fiesta no es nada. Visitando otras fiestas de recreación, la gran particularidad que tiene Astorga es su campamento tan bien hecho y recreado. En ningún otro sitio de España hay un campamento que recree tan bien los asentamientos romanos o astures, nos lo han dicho desde la asociación española de fiestas históricas que es uno de los patrimonios más importantes que tenemos en la fiesta. También es lo más costoso tanto económico como físico de montar, porque estamos más de una semana montando el campamento para luego disfrutarlo durante cuatro días. Es un trabajo ingente pero no lo podemos dejar perder porque es uno de nuestros mayores alicientes, aparte del Circo Romano. La particularidad de Astorga es el campamento, a veces la gente se enfría y prefiere salir vestido pero sin campamento. Pero no podemos perder esta particularidad que tenemos

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