Mucho hemos hablado aquí y corroborado en la praxis política de estos días el asunto de un presunto pacto Ciudadanos con el Partido Socialista de Castilla y León. Hablar han hablado, nos consta. El candidato surgido del pucherazo que intentó Silvia Clemente les salió a Ciudadanos mal, y el sustituto, que no es de la línea oficialista, lo demuestra un día sí y otro también. Tanto, que le llaman la marca blanca del PSOE, le guste a Francisco Igea o no. Sus declaraciones fagocitan esa interpretación.
En el Partido Popular hay preocupación. Seriedad. No se lo han puesto nada fácil a Alfonso Fernández Mañueco. Pero el esfuerzo por reforzar la línea centrista y el aval de un Gobierno regional que ha funcionado como una maquinaria de gestión pública y de ganar elecciones en lo particular no puede evaporarse así como así.
De ahí que ante la crecida de votos de otros partidos que quieren pescar en el mismo caladero, el PP ha sacado su boina en sentido figurado y apostado más que nunca por el mundo rural, por la tierra y por esa especie de tradición que tan dentro está en las almas de las localidades de Castilla y León.
Hablar han hablado. Sí, lo sabemos. Pero el candidato socialista, Luis Tudanca, no quiere hacer el ridículo ni quedarse con las ganas ahora que parece tocar la victoria nunca sospechada. El sanchismo está en auge y él ha contribuido en ello. Es hora de cobrarse su renta con el apoyo indiscriminado de ministros en funciones y cargos socialistas de renombre. Nunca tantos nos visitaron. Y Tudanca ha dicho: «Primero ganar, y después hablar».
Como si dudase de su victoria y escondiese el supuesto pacto de marras. En el Partido Popular no se quiere ni oir de descalabro. El estirón final de campaña está haciendo verdaderamente recuperar adeptos y despertar conciencias que en las generales votaron a Ciudadanos o Vox como castigo.
Ahora saben a dónde conducen esas decisiones. Incluso si tuvieran que rememorar gobiernos bicolor como aquel PP- CDS tampoco les sería inconveniente. Al fin y al cabo, es lo mismo que han estado haciendo estos últimos cuatro años pero con acuerdos puntuales en las Cortes regionales.
Para ABC