economía

Cecale aboga por ampliar el plazo de las reclamaciones públicas de las ayudas a las empresas para evitar casos como el de Vestas

Fernández Carriedo asegura que la deslocalización es un problema de la Comunidad, de España y de la Unión Europea

El vicepresidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), José Ignacio Carrasco, abogó hoy en Valladolid por que las administraciones amplíen el plazo de las reclamaciones de las ayudas públicas a las empresas para así evitar casos como el de Vestas. No en vano, la multinacional holandesa esperó a que finalizara el plazo de reclamaciones de 12,5 millones de euros de ayudas que recibió del Gobierno de la Nación y la Junta de Castilla y León para presentar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo y el anuncio del cierre de su planta en Villadangos del Páramo (León). “Habría que vigilar un poco más los tiempos de la duración de esas ayudas”, aseguró.

Carrasco, quien acudió a la inauguración de la jornada ‘Diálogo Social de Castilla y León sobre el futuro de la energía, recordó que la obligación de las administraciones es velar por la continuidad del empleo. De ahí que defendió un esfuerzo conjunto para llevar alguna empresa a la planta leonesa y “privilegiar” a las compañías que fijen la actividad en los territorios, “pero de una forma más duradera que Vestas”.

El vicepresidente de la patronal recordó que cuando una empresa llega a un territorio “todos nos abrazamos y nos felicitamos pero cuando decide marchar, es problemático”. Se puso en la piel de los trabajadores, que quedarán desamparados, pero también en la de la empresa que debe tomar sus decisiones, siempre y cuando las argumente. “Es libre de moverse por el territorio”, concluyó.

Por su parte, el consejero de Empleo, Carlos Fernández Carriedo, aseguró que la delegación de Castilla y León que hoy viaja a Bruselas para defender la continuidad de Vestas en León debe ser en “términos de exigencia”. Hizo hincapié en la deslocalización de empresas que han recibido subvenciones con fondos europeos, un dinero que luego sirve para salir fuera de la Unión Europea con el objetivo de producir más barato por el menor coste salarial y que, finalmente, la UE importe esos productos. “Junta, sindicatos y empresarios deben lanzar este mensaje en Bruselas porque el caso de Vestas es un problema de la región y de España pero también de Europa”, aseveró.

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