Castilla y León y Aragón son las comunidades con una situación “más crítica” en el acceso a la radioterapia porque tienen provincias que no disponen de estos servicios. Así lo recoge el informe Acceso al tratamiento de Radioterapia en España, elaborado por la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) y la Sociedad Española de Oncología Radioterápica.
En ese sentido, el estudio señala que las comunidades en las que se concentra un porcentaje más alto de personas que perciben dificultades en el acceso a la radioterapia son Cantabria (42 por ciento), Asturias (23 por ciento), Aragón (22 por ciento), Murcia (21 por ciento) y Castilla y León (20 por ciento).
Asimismo, el porcentaje de pacientes que necesitan recurrir a un cambio de domicilio para recibir el tratamiento varía ampliamente entre autonomías, desde sólo un dos o tres por ciento en comunidades como Madrid, Galicia o Navarra, hasta un ocho o nueve por ciento en Andalucía, Asturias, Aragón o Castilla y León. Así, el coste medio de este cambio temporal de domicilio es de 1.092,2 euros.
El informe identifica “muchos” factores en las desigualdades detectadas: el número de unidades que hay en España, la distancia entre los centros hospitalarios y los domicilios de los pacientes, los tiempos de espera, los costes asociados a recibir este tratamiento o las ayudas públicas. Además, señala que no en todas las provincias hay unidades de radioterapia o que, incluso en aquellas que disponen de una de ellas, pueden encontrarse a cientos de kilómetros del domicilio del paciente.
De hecho, la red hospitalaria pública de Castilla y León cuenta con unidades de radioterapia en los centros de León, Burgos, Salamanca, Valladolid y Zamora, mientras en Ávila, Palencia, Segovia, Soria y El Bierzo no cuenta con aceleradores lineales. No obstante, la Junta ha iniciado el procedimiento para abrir unidades satélites, si bien la primera prevista es la de Ávila.
Para paliar esta situación de desigualdad en España, las principales demandas de ambas entidades son adecuar la organización de la asistencia a pacientes en tratamiento de radioterapia para disminuir el impacto negativo que largas distancias desde el domicilio producen en la calidad de vida de las personas afectadas. Así, esta organización contemplaría desde la viabilidad de las unidades satélites hasta la coordinación entre autonomías para que el paciente pueda recibir el tratamiento en el hospital más cercano a su domicilio.
También, reclama que todas las ayudas públicas que ya existen sean las mismas en todas las partes de España, equiparando las más bajas a las más altas; incluir en la prestación farmacéutica del sistema nacional de salud aquellos fármacos o productos que están indicados para paliar secuelas del cáncer o los tratamientos oncológicos -fármacos para la diarrea, para el estreñimiento, antiflatulentos, colutorios, cremas que contienen corticoides o antibióticos, entre otros-, y tener en cuenta la situación económica y social del paciente, y no sólo situación clínica o dificultad de movilidad, a la hora de conceder el transporte sanitario no urgente para recibir tratamiento.
Este estudio se ha realizado mediante una encuesta a pacientes mayores de 18 años que estaban recibiendo un tratamiento de radioterapia en el momento de su elaboración. Se han realizado un total de 1.736 entrevistas personales -122 en Castilla y León- a través de un cuestionario semiestructurado, en un total de 55 hospitales, entre los meses de enero y junio de 2019.
La radioterapia es un tratamiento vital en cáncer que reciben alrededor del 60 por ciento de los pacientes y que contribuye en el 40 por ciento de las curaciones. Además, entre un 20 y un 25 por ciento de las personas que tienen esta enfermedad van a necesitar más de un tratamiento radioterápico a lo largo de su enfermedad. Siendo un tratamiento vital, no todos los pacientes tienen las mismas facilidades para acceder a la radioterapia.