Castilla y León no podrá disfrutar de la micología, como mínimo, hasta mediados de octubre, siempre y cuando, llueva en lo que resta de septiembre y las temperaturas se mantengan moderadas. Los suelos de los bosques de la Comunidad han estado sometidos en las últimos semana a un estrés hídrico sin precedentes. No tienen la humedad suficiente, debido a las altas temperaturas que han soportado a principios del mes de septiembre para hacer aflorar setas. La campaña micológica de otoño, la más importante para la región, se retrasa, algo que viene sucediendo en la última década y que los expertos achacan al cambio climático.
El director científico del proyecto Micocyl (Micología en Castilla y León), Fernando Martínez Peña, aseguró que son necesarias “más lluvias” que las caídas en los últimos días para disponer de una reserva de agua en el suelo suficiente para iniciar la fructificación generalizada de los hongos, principalmente de la especie boletus edulis.
“Las condiciones meteorológicas de las últimas semanas han sido poco favorables para la fructificación de los hongos silvestres comestibles, registrándose temperaturas más altas de lo normal y ausencia de precipitaciones. En los últimos días, se ha producido un descenso de temperaturas y algunas lluvias irregularmente repartidas por la región, lo que ha contribuido a mejorar la situación, pero sigue siendo necesario un mayor aporte hídrico dados los déficits existentes actualmente en nuestros suelos forestales”, recalcó.
El suelo forestal, en algunas zonas donde ha llovido más (30 o 40 litros por metro cuadrado), podría mejorar en aptitud para la fructificación de las setas, pero Martínez Peña abogó por “esperar” porque de momento la sequía es grande.