La consejera de Sanidad, Verónica Casado, aseguró hoy que la desescalada debe ser “muy prudente” y defendió la efectividad de las restricciones para controlar la pandemia. “Yo no quiero, ni quise salvar la Navidad, ni quiero salvar la Semana Santa. Mi único objetivo es salvar vidas”, dijo al tiempo que reclamó unidad de acción y más herramientas jurídicas, algo en lo que coincidió con Por Ávila, Ciudadanos y PP, que destacó que la Junta tuvo que tomar medidas “muy difíciles” frente a la tercera ola.
Casado compareció a petición propia para informar de la evolución del coronavirus ante la Comisión de Sanidad de las Cortes, a la que no acudía desde el 17 de noviembre del pasado año. La titular de Sanidad insistió en que no está en política para “salvar nada” y defendió su perfil tecnócrata tras ser acusada por el socialista Jesús Puente de mimetizarse y de esconderse para esperar que la situación mejorara.
“Hagamos lo que hagamos está mal”, afirmó Casado ante las críticas del representante del PSOE, que tildó de “nefasto” el resultado de la decisión de salvar la Navidad y la “brillante” idea de adelantar el toque de queda a las 20 horas, suspendido por el Tribunal Supremo.
La consejera insistió en que la semana de Navidad Castilla y León tenía una de las incidencias “más bajas”. “No estamos aquí para salvar nada”, dijo y añadió: “Se haga lo que se haga siempre es contestado por alguien”, por lo que abogó por actuar de la forma más racional, al tiempo que remarcó que las medidas han dado resultado porque ha bajado la incidencia acumulada.
Casado insistió en que “meter a la gente en sus casas” es lo más efectivo, pero también reconoció que hace más daño hace a la economía y a la psicología de la gente. Por ello, defendió el adelanto del toque de queda, que señaló evita botellones y alternativas de ocio, y aseguró que está demostrado “científicamente” que funciona para contener los contagios, por lo que demandó herramientas al Gobierno para poder aplicarlo.
También el ‘popular’ Alejandro Vázquez defendió el adelanto del toque a las 20 horas y junto a los representantes de Por Ávila, Pedro Pascual y Ciudadanos, José Ignacio Delegado, demandó herramientas jurídicas para adoptar medidas de forma ágil y unidad en la toma de decisiones entre las comunidades. La consejera insistió en que la situación actual genera “desafección”, aunque admitió que en el Gobierno de España “lo tienen difícil” para aunar las intervenciones ante las posiciones de algunas autonomías.
Sobre la vacunación, la consejera admitió que la Comunidad no va “mal” en el reparto y rechazó habilitar “vacunódromos” puesto que recalcó que tienen que ser espacios de uso sanitario, como se ha hecho con los cribados masivos. Además, sobre los problemas para administrar la segunda dosis de Moderna recordó que se producen por fiarse del Ministerio de Sanidad. “Ponlas todas porque sí que las va a haber”, recordó le dijeron en el Gobierno, si bien apuntó que la responsabilidad es de la farmacéutica.
Salvar la Navidad y contradicciones
El socialista Jesús Puente pidió “sinceridad” a la consejera para asegurar si la restricción del sector hostelero a las 20 horas ha sido eficaz y planteó como Castilla y León con medidas más duras que otras comunidades tiene peores datos, porque recordó en las tres oleadas están en el “top five o top ten” de las más afectadas por el COVID-19. “¿Cómo es posible, qué está pasando?”, dijo a lo que la consejera le respondió que esto se debía a la llegada de personas a la Comunidad desde otros territorios para visitar a familiares.
El parlamentario destacó que el Grupo Socialista ha dado un apoyo “sostenido” a todas las medidas durante el año 2020 y ha sido leal, pero denunció la decisión de Fernández Mañueco de “salvar la Navidad”, las contradicciones y, por último, el auto del Supremo.
“Empezamos a sentirnos molestos e incómodos”, agregó. A su juicio, el adelanto del toque de queda se adoptó para “burlar las ayudas” a la hostelería y ahora, con el cierre a las 20 horas, hacen lo que no quisieron hacer el 15 de enero, pero recalcó que se deben buscar alternativas porque “prohibir” es en su opinión “muy fácil”.
Puente afirmó que la Atención Primaria sigue “rota” y “bloqueada” en Castilla y León, mientras se mantiene la actividad “al ralentí” y se ofrece asistencia telefónica. Además, advirtió de la reducción del diagnóstico de patologías oncológicas y el aumento de la lista de espera. Para ello, planteó las enmiendas de su grupo al presupuesto de la Consejería de Sanidad y preguntó a donde han ido parar los fondos del estado, que situó en más de 800, si el gasto COVID en 2020 es de 400 millones. Verónica Casado aseguró desconocer de donde salían estas cifras y se comprometió a gastar esos recursos si los encontraba.
El socialista criticó la vacunación de congregaciones religiosas, así como que se pieda el desplazamiento de los mayores de 80 años para recibir la primera dosis. Además, censuró el “escapismo” y “camuflaje” de la consejera, pero advirtió de que el “fuego” se acerca a sus píes, y le recordó que reclamar cambios en la legislación ordinaria confirman la necesidad del estado de alarma, que recordó no apoyó el Partido Popular.
Unidad y más herramientas
Por su parte, el portavoz de Sanidad del Grupo Popular, Alejandro Vázquez, argumentó que el control de la pandemia necesita “agilidad” en la toma de decisiones, para lo que reclamó herramientas jurídicas y que se consensuen medidas comunes. Además, apuntó que en Castilla y León se ha hecho “muy difícil” controlar las perimetraciones y el cumplimiento de las cuarentenas y aislamientos.
El procurador instó a la consejera a “no ver el contagio como algo inevitable”, por lo que la invitó a persistir en las medidas de prevención, en la eliminación de las cadenas de transmisión, en alargar el rastreo sobre las 48 horas previas, así como en reforzar el cumplimiento de las cuarentenas. Todo ello, expuso, evitará complicaciones al sistema sanitario, puesto que indicó que el confinamiento domiciliario tiene un gran impacto sobre la economía y la psicología de las personas.
El ‘popular’ defendió que la Junta tuvo que tomar medidas “muy difíciles” como el adelanto del toque de queda para proteger la vida y la salud, haciendo el “menor daño” posible a la economía. De hecho, destacó que Castilla y León ha sido de las autonomías que “más rápido” ha logrado bajar la incidencia del virus, lo que recalcó es el “camino más eficaz” para la “activación” de la actividad económica.
Alejandro Vázquez reiteró que la Junta ha actuado con “responsabilidad”, porque de hecho insistió en que “lo fácil hubiera sido no hacer nada y dejarse llevar”. De hecho, destacó que entre el 27 de enero, cuando consideró comenzó a hacer efecto el adelanto del toque de queda, y el 12 de febrero, la incidencia mostró una caída del 331 por ciento, frente al 242 por ciento de la media nacional. También subrayó el impacto de los cribados masivos, que convirtieron a la Comunidad en la autonomía que hacía más pruebas, a pesar de que se criticara su efectividad.
Ahora, destacó que la situación es “algo más relajada” en los hospitales y advirtió de que con el ritmo actual de dosis se necesitarán muchos meses para alcanzar la inmunidad de rebaño. Además, remarcó que se debe evitar la transmisión del virus porque la aparición de nuevas variantes puede tirar por tierra todo este proceso.
No a relajar medidas
“Hay que tener claro que no es posible relajar las medidas”, afirmó el procurador de Ciudadanos José Ignacio Delgado, quien apostilló: “No podemos bajar la guardia, ahora”. Reconoció que en ocasiones “pasan justos por pecadores”, pero añadió que “la vida y la salud es lo primero”. Además, afeó que la “crítica” sea lo “más fácil” para algunos. “Si abrimos, porque abrimos y si cerramos, porque cerramos”, sentenció.
Delgado, que reconoció el esfuerzo y “alma” de los profesionales sanitarios, defendió la necesidad de que haya “unidad de acción”, algo que remarcó piden por “enésima vez” todas las comunidades para no generar “angustia” a la población. Además, destacó que la presión sigue siendo muy elevada en las unidades de crítico, aunque recordó que no han alcanzado todavía el 25 por ciento de ocupación.
Desescalada segura
El procurador de Por Ávila Pedro Pascual pidió seguir siendo “cautos” y no “confiarse” porque recordó ahora no caben las improvisaciones, tras tres ondas epidémicas. De esta forma, demandó una desescalada “segura” y “progresiva”, porque recordó que los empresarios de la hostelería y el turismo rural quieren trabajar, pero no abrir un mes y cerrar otro.
También, el parlamentario abogó por reforzar el mensaje “más sencillo” de las medidas para evitar los contagios, como son el uso de la mascarilla o la higiene de manos. “Estamos metidos de lleno en un circulo vicioso del que no salimos”, dijo entre medidas restrictivas y de alivio, al tiempo que criticó que haya “colas” cuando se abre la hostelería, si bien remarcó que los empresarios están cumpliendo las medidas. “Parece que tenemos vicio”, apostilló al tiempo que agregó que están pagando “justo por pecadores”.
Finalmente, la consejera expresó su coincidencia con el parlamentario y con la importancia de la mascarilla, el lavado de manos, la ventilación o la distancia social, pero indicó que en verano se incrementó el contagio por la celebración de fiestas y añadió que ha vuelto a pasar en este momento, tras el aumento de la movilidad en diciembre del pasado año. Además, aceptó pasar dos días en un alojamientos de turismo rural, que reconoció lo están pasando mal.
El Partido Socialista de Leon es una excrecencia,absoluta,solo sabe poner palos en las ruedas…