La consejera de Sanidad, Verónica Casado, lanzó hoy un mensaje de optimismo y afirmó que la curva de contagios por COVID-19 se aplana y se estabiliza tras tomar la medida de toque de queda nocturno, pero afirmó que no se fían de la evolución del virus y se trabaja de manera conjunta para evitar el confinamiento domiciliario.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Casado, que insistió en el mensaje a la población del “confinamiento inteligente”, abogó por mantener las medidas durante 14 días para ver los resultados antes de adoptar otras nuevas, de manera que hasta el 9 de noviembre esta en vigor el toque de queda nocturno y el cierre perimetral de la Comunidad, a las que se une desde mañana la clausura de la hostelería.
También el vicepresidente y portavoz, Francisco Igea, afirmó que es “pronto” para hacer un balance del toque de queda, que consideró “útil”, y recordó que junto a medidas restrictivas existen otras de ayudas a los sectores más afectados por el impacto de la pandemia, pero insistió en que la más efectiva es limitar el contacto social.
En este sentido, Casado señaló que desde la entrada en vigor del toque de queda, el 25 de octubre, se ha experimentado “una tendencia a frenar la grave subida reflejada que desde el 1 de octubre”. “Hay crecimiento, pero la curva se está aplanando. Esto demuestra que los esfuerzos de muchas personas pueden servir”, aplaudió.
Al respecto, sostuvo que de haber continuado la curva igual “sin medidas”, el 15 de noviembre “estarían colapsados los hospitalarios y no se hubiera podido atender ni a pacientes COVID ni no COVID”. Ahora se está haciendo una atención intensa en emergencias y todas las intervenciones de prioridad 1, explicó.
En este sentido, informó de que la Comunidad cuenta actualmente con 819,65 casos por cada 100.000 habitantes de incidencia acumulada a 14 días, frente a 528,65 de media nacional. En estos momentos, el índice de reproducción se encuentra en 1,01 personas contagiadas por cada positivo. “Hay que bajar por debajo de uno”, espetó.
Por provincias, la consejera señaló que la incidencia es, en Ávila, de 659 casos por cada 100.000 habitantes; de 1.055 en Burgos; de 712 en León; de 925 en Palencia; de 464 en Segovia; de 538 en Soria; de 893 en Salamanca; de 759 en Valladolid; y de 910 en Zamora. En cuanto a capitales, de 822 en Ávila; 1.379 en Burgos; 827 en León; 892 en Palencia; 507 en Segovia; 459 en Soria; 1.180 en Salamanca; 740 en Valladolid; y de 931 en Zamora. En otras grandes localidades de la Comunidad, es de 858 en Aranda de Duero; de 693 en Arroyo de la Encomienda; 1.003 en Laguna de Duero; 555 en Medina del Campo; 551 en Miranda de Ebro; 827 en Ponferrada; y 845 en San Andrés del Rabanedo.
En las áreas rurales, prosiguió Casado, “también hay transmisión comunitaria”. Por ello, pidió “evitar desplazamientos” y dejar a un lado “ese hambre de movilidad y de estar juntos”. En todo caso, consideró que “no es oportuno seguir añadiendo medidas de confinamiento perimetral” hasta conocer con concreción los resultados del toque de queda.
Asimismo, la consejera señaló que en la actualidad hay 1.600 pacientes COVID en los hospitales de la Comunidad, 1.395 de ellos en planta y 205 en UCI, con un grado de ocupación del 73 por ciento en el primer caso y del 71 en UCIS extendidas. Además, en los últimos días se han celebrado 56.244 pruebas diagnósticas (49.263 PCR y 6.981 antígenos), con una tasa de positividad de 2.669,88.
Prudencia
Casado pidió prudencia porque los ingresos de hoy “se habían contagiado semanas atrás” y estimó que en “dos semanas empeore, salvo que se baje el retén que habla de la contagiosidad, y que una persona contagie a menos de una persona”. También destacó que ahora se ponen a disposición más recursos asistenciales, como el Divino Valles en Burgos, con diez personas ingresadas ayer, y la próxima semana, “si es preciso”, el Edificio Rondilla en Valladolid.
A pesar de hablar de una “situación grave”, pero con un mensaje de optimismo, la consejera pidió “combatir con confianza” lo que denominó “fatiga pandémica”, porque el virus “no se puede atacar de otra manera que minimizando el contagio”. “Jugamos con mucha desventaja, sin luchar con tanques y solo con desinfección y prevención”, dijo.
Por ello, pidió a la sociedad que “no espere a una legislación para un confinamiento domiciliario”, sino que hay que “saber practicarlo y quedarse en casa el mayor tiempo posible, y más en invierno, cuando las relaciones sociales se hacen en espacios cerrados”. De hecho, seis de cada diez contagios “se producen en el ámbito familiar”.
Mensaje de esperanza
“Esto va a acabar y venceremos al virus. Trabajaremos para que sea con el menor número posible de bajas. Pero solos no podremos hacerlos. Aunque nos lleve tiempo hay un horizonte de vida en el que recuperaremos economía y salud. La mejor vacuna somos todos y cada uno de nosotros”, insistió Casado, quien abogó por la mascarilla, lavado de manos, metro y medio y ventilación. “Ánimo, paciencia y salud. Volveremos a ser felices, a viajar y a abrazarnos”, concluyó.