La consejera de Sanidad, Verónica Casado, aseguró hoy que desde un punto de vista epidemiológico, Castilla y León no está preparada para iniciar una desescalada, a la vez que hizo un llamamiento a la prudencia y aseguró que ahora solo es el tiempo de planificar la vuelta a la normalidad.
Casado, durante su comparecencia diaria para informar sobre la incidencia de la pandemia del coronavirus en Castilla y León, recalcó que la situación de la Comunidad y de otras como Madrid, Cataluña, País Vasco o Castilla-La Mancha es muy diferente a la del resto de regiones, y advirtió que es necesario aprender de la experiencia de otros países que han vuelto a la normalidad en un periodo de hasta doce semanas.
En este sentido, también se refirió a la actividad de los hospitales y apuntó que mientras existan UCI extendidas, será difícil volver a la actividad normal. No obstante, puntualizó que todos los hospitales tienen ya elaborados planes para la vuelta a la normalidad, y que durante todo este tiempo no se ha dejado de atender ningún caso urgente.
A su vez, también insistió en que el número de casos nuevos se mantiene alto debido al incremento de los test que se están realizando, ya que además de a los profesionales sanitarios también se están aplicando a todos los casos sospechosos.
Además, puntualizó que le corresponde al Ministerio de Sanidad decidir los criterios para la realización de test a los trabajadores de los sectores esenciales.
En su intervención, Casado también aprovechó para felicitar el Día de la Comunidad a todos los castellanos y leoneses, y reconoció sentirse “orgullosa de pertenecer a una tierra solidaria que se ha volcado en su salud y en la de los demás cumpliendo con el confinamiento”. Además, recordó que “unidos somos más fuertes”.