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Bajo el lema Viendo nuestras vidas pasar, el mural, de unos 12x6m, rinde homenaje al pasado de Casa Pita, en el que no puede faltar una clara alusión a su pozo centenario y a la vieja moto, una Derby de los años 60 que el “abuelo” Martín utilizaba para trasladarse a la fábrica en la que trabajó toda su vida, y para cortejar a la “abuela” Vituri, quien años después sería su esposa.
El mural, que ya forma parte de la ruta triangular de murales que abarca Astorga, La Bañeza y San Justo de la Vega, se ha convertido en lugar de paso para turistas y peregrinos, así como para los propios vecinos de San Justo de la Vega, pueblo cercano a Astorga con más de 1.000 habitantes, quienes no pierden la oportunidad de ver la nueva atracción del pueblo.
Sobre Toño Prada
Toño es un joven bañezano, que estudió diseño gráfico, es un apasionado de todo tipo de artes, en especial del arte urbano, y más concretamente el grafiti, muchos de los cuales pueden verse en la actualidad en la comarca. Toño es uno de los organizadores del Festival Internacional de Arte Urbano Art Aero Rap, que se celebra anualmente en La Bañeza.
Sobre Casa Pita
Ubicada en un lugar tranquilo que evoca paz y calma, Casa Pita se asienta sobre la antigua vivienda familiar que sus propietarios han ido adaptando hasta convertirla en la vivienda de uso turístico que es hoy. Un espacio en el que los detalles cobran un protagonismo inusual, para que sus huéspedes se sientan “como en casa”.
Siempre comprometidos con el medioambiente, la naturaleza y el entorno, Casa Pita es uno de los parajes emblemáticos del Camino francés. La Casa tiene en el viejo pozo del siglo XIX, que preside el patio principal y que tantas historias ha visto pasar, su más emblemático referente.
