Carmen Enríquez inauguró este viernes la segunda temporada de ‘Panorama desde la Muralla’ en la Casa Panero. La profesional ha desarrollado toda su vida profesional en Televisión Española, primero cubriendo política y luego como corresponsal de la Casa Real, a los que ha seguido en sus viajes alrededor del mundo y ha conocido 82 países “incluidos el círculo polar ártico y el círculo polar antártico”.
Su andadura comenzó cuando la directora de informativos le dijo que acompañase al entonces Príncipe de Asturias a Nueva Zelanda y Australia, “un viaje en el que dimos la vuelta al mundo. Fuimos por los países árabes, hicimos escala en Omán y en una escala de aclimatación en Bali, que nunca entendí, porque en Bali hace mucho calor pero en Nueva Zelanda y Australia era invierno. Para la vuelta hicimos escala en Guam y pasamos un par de días en Hawaii y una escala en Montreal (Canadá) y de vuelta a Madrid”, recordó.
Enríquez subrayó que es licenciada en Geografía e Historia y la importancia que tiene para ella el trabajo periodístico “los historiadores, para escribir la Historia se tienen que informar en las hemerotecas y en los medios de comunicación, espero que con mi trabajo que me he tomado muy en serio y he procurado siempre informar de una forma lo más neutral posible, para que algún día los que vengan después sepan lo que han hecho los reyes de España durante esa etapa”, destacó.
El viernes, la organización terrorista ETA, que causó la muerte de 853 personas, reconoció “el daño causado” en el transcurso de su “trayectoria armada” y pidió perdón por sus actos a los “ciudadanos y ciudadanas sin responsabilidad en el conflicto”. Al respecto, Carmen Enríquez recuerda que hubo un intento de atentado contra el rey Juan Carlos en Palma de Mallorca durante la época de regatas, asimismo, rememoró la inauguración de Chillida-Leku en San Sebastián en la que la policía tuvo que desalojar a los presentes porque la organización había diseñado un plan para acabar con los reyes. “Ha sido tremenda la situación vivida en el País Vasco día a día. Por fin han decidido sentirlo pero a los que no estuvieran implicados en el cnflicto, lo cual me parece una falta de generosidad bastante grande. Bien está lo que bien acaba”, finalizó. Además, recuerda que para el rey Juan Carlos, en un reportaje que le hicieron, que no ha salido en España reconoció que lo más terrible de su reinado era conocer un nuevo atentado de ETA.
Momentos buenos y malos
El momento más “emotivo” de su carrera como periodista fue el “vínculo” que se formó entre las periodistas que en 1993 se encontraban en Pamplona para cubrir la enfermedad de don Juan de Borbón, padre de Juan Carlos I, “teníamos hasta un nombre, Comando Estoril, y nos comprometimos a que la primera que supiese de la muerte del conde de Barcelona, se lo comunicaría a las demás, se creó un nexo entre nosotras que mantenemos hasta el día de hoy”, destacó Carmen Enríquez.
También recuerda con cariño la boda de la infanta Elena en Sevilla, “cómo se volcó todo el pueblo sevillano”. “También me emocionó, en sentido positivo, la proclamación del rey, el discurso de Felipe VI. Le conocí cuando tenía 20 años, era tímido, le temblaba la mano cuando le preguntábamos por Isabel Sartorius, verlo jurando como rey fue emocionante”, rememoró Carmen Enríquez.
De igual manera, destacó que los momentos menos positivos han sido estos últimos años. “Dejé Televisión Española en 2007 pero no he parado de trabajar, porque hasta ese momento, todo lo que me había tocado había sido bueno, pero a partir de 2008 sucedieron las cosas más negatibas que le han pasado a la familia real en los últimos tiempos”. Quizá lo peor que recuerda sea el Caso Nóos, o la abdicación de Juan Carlos I, “tras el incidente de Botswana, salió a pedir disculpas públicamente y se me encogió el corazón pensando lo que ha tenido que costar a ese hombre reconocer el error que ha cometido, decirlo públicamente a la ciudadanía, a pesar de que se equivocó ha sabido rectificar lo que me parece digno de elogio”.
Tras su marcha de Televisión Española ha sido invitada a participar en tertulias y programas de diversa índole, así como en periódicos de tirada nacional. “He procurado mantener siempre la neutralidad, y he tratado de no mezclar información y opinión, no he eludido los momentos desagradables y he tratado de contar siempre todo con la mayor neutralidad posible”.
El trato que la familia real ha dispensado a los periodistas, recuerda Carmen Enríquez, ha sido “exquisito”, “no soy amiga de la familia real”, apunta que es “importante mantener la distancia”, y por supuesto les tiene “afecto” después de haber convivido con ellos durante años. “Me siento una privilegiada porque he viajado por todo el mundo, eso por tu cuenta no lo puedes hacer y he conocido lugares que como turista me estarían vetados, por lo que ha sido una experiencia preciosa”.