Adolfo Rodríguez (Fito) y Clara Ruisánchez contrajeron matrimonio civil esta tarde en Veguellina de Órbigo después de un año de noviazgo. Hasta aquí, podría tratarse de una historia de amor más, de no ser porque esta pareja empezó a salir hace un año en este mismo lugar, durante una competición de ‘agility’, es decir, adiestramiento y obediencia para perros, y hoy han querido darse el ‘sí quiero’ ante decenas de compañeros y amigos que constituyen parte de su ‘familia’, quienes desconocían el secreto mejor guardado de los novios, que en esta ocasión no era el vestido de la novia, sino el hecho de que hoy iban a convertirse en marido y mujer.
De hecho, nada hacía presagiar este enlace matrimonial entre los casi 300 participantes de este segundo torneo de ‘agility’ que se celebra por segundo año consecutivo en la localidad leonesa de Veguellina de Órbigo. Los novios estuvieron participando durante la jornada con sus respectivos perros y estaba previsto que continuaran con las pruebas una vez finalizado el enlace.
Los organizadores buscaron un espacio de tiempo suficiente entre dos pruebas para llevar a cabo la celebración, anunciando a los asistentes –mayoritariamente participantes del torneo y también algunos aficionados-, que el alcalde del municipio, Joaquín Llamas, quería tener unas palabras de agradecimiento por el éxito de la competición y para dar una sorpresa a los presentes.
Eran las 18.55 horas cuando se pidió a la gente que procediera a sentarse en la grada, momento en el que los novios, que apenas dispusieron de unos minutos para cambiarse de ropa, accedieron a una de las pistas de competición acompañados por una música folk rock celta, junto a sus cuatro perros y ante la mirada de asombro de sus amigos. A la novia se le hizo entrega de un ramo de flores y llegaron al altar improvisado ante los gritos de “¡Qué bonito!” de sus compañeros de fatiga.
El alcalde, Joaquín Llamas, aseguró que “es lo que parece” y pidió un aplauso para los novios, a quienes felicitó por haber sido “muy valientes” y celebrar su enlace en una segunda edición de este torneo de ‘agility’ que “ya da sus frutos” y que hoy ha celebrado este enlace “por sorpresa” con el fin de “ilusionar a la familia y a los ‘agilitistas’, que sois una parte importante de su familia’, aseguró.
“Aquí nos tenéis a partir de ahora y nos va a importar mucho todo lo que os pase, que queremos que sea bueno”. Tras estas palabras, Adolfo Rodríguez, natural de Valladolid, y Clara Ruisánchez, natural de Cudillero, en Asturias, dieron su consentimiento para convertirse en marido y mujer, una ceremonia “especial y diferente”, al tiempo que cargado de emoción.
“Después de ésta, mi madre me deja de hablar”, decía la novia a los primeros amigos que se acercaron a felicitarle por su enlace ‘secreto’. Y es que el brindis, en este caso con vino espumoso, y las pertinentes felicitaciones, cerraron una celebración que se produjo antes de retomar la competición, en la que participan unos 220 perros llegados de toda España en una cita puntuable para el Campeonato de España. Una cita que el año pasado propició el inicio de una relación que este año se ha formalizado en una boda y que el año próximo…