Bembibre saca a licitación la segunda fase de la estación de autobuses

La estación, emplazada en la zona denominada'El Vaguillo', tendrá una superficie de 3.000 metros cuadrados y un coste de 600.000 euros

El Ayuntamiento de Bembibre ha sacado a licitación el contrato de las obras de la segunda fase de la construcción de la estación de autobuses mediante tramitación urgente y procedimiento abierto por un importe de 360.000 euros.

El plazo de ejecución para la construcción de esta parte del proyecto será de cinco meses. La infraestructura del edificio ya ha sido levantado por Cymotsa pero todavía falta acometer numerosos acabados, el remate del edificio y la marquesina.

Los licitadores deberán probar su solvencia económica y financiera y aportar una garantía definitiva del 5% del prepuesto de adjudicación, según publica este jueves el Boletín Oficial de la Provincia.

Las ofertas podrán presentarse en un plazo de 13 días desde su publicación en el BOP, tanto en el propio Ayuntamiento de Bembibre como en las oficinas de Correos.

La estación de autobuses de la capital del Bierzo Alto tiene una superficie de 3.000 metros cuadrados y se ubica en la calle Cantarranas en la zona denominada’El Vaguillo’. Su construcción ha costado unos 600.000 euros.

La estación

La nueva Estación de Autobuses debe cumplir con un triple propósito en un marco de austeridad: Resolver con eficacia la función sobrevenida (especifica) de intermodalidad, integrarse en el tejido urbano adecuándose a las directrices del planeamiento urbanístico y crear una infraestructura eficiente y sostenible que responda a las necesidades de los vecinos.

La ubicación de la misma, en el extremo noreste de la localidad supondrá el nexo de unión entre el centro urbano y la zona del Vaguillo, un entorno sin definición, separada del resto por la barrera que supone la elevación de la antigua N-VI. Con la intervención se persigue su revitalización, consiguiendo la articulación de los flujos urbanos de entrada y salida a la localidad y de acceso a la mayor parte de las infraestructuras próximas, (institutos, piscinas, casa de la cultura, pabellones, etc.)

El edificio propuesto no se concibe como un objeto aislado, sino como vertebrador de los espacios circundantes, es decir, definiendo un nuevo espacio acorde y no simplemente ocupándolo. El proyecto no sólo responde a la propia coherencia volumétrica y funcional interna del edificio, sino que intenta expandir su influencia hacia su entorno de ubicación, entablando diálogo inclusive con las preexistencias del lugar, estableciendo una clara seña de identidad a la localidad. Pretende ser frente, ser reclamo visual desde las distintas vías de acceso, potenciando la continuidad de la trama urbana.

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