Los belenes visten Astorga

El belenismo, nacido de la tradición católica, es también la exaltación de la cultura rural y el mundo pastoril, así como un arte que entusiasma a mayores y pequeños. DA hace hoy un repaso de los mejores belenes de la ciudad

El belén  forma parte de la liturgia navideña en muchos lugares del mundo, donde la religión católica es la predominante. Pero más allá del hecho religioso, el belén es una exaltación de la cultura rural y el mundo pastoril donde se recrean los pueblos, el campo, con sus montañas y ríos, y los hombres y las mujeres del campo. En los hogares, montar un belén es una actividad especialmente lúdica para los niños. Y es que el belenismo se ha convertido en todo un arte. 

Astorga no podía ser menos, y su tradición belenista es destacada. DA hace hoy un repaso de algunos de los mejores belenes de la ciudad. El belén de la residencia Virgen de los Desamparados, es quizá uno de los belenes más famosos de Astorga. Generaciones de astorganos han pasado por allí año tras año a disfrutar las muñecos, los villancicos que acompañan el recorrido y las diferentes escenas que componen el famoso belén.

Mientras uno pasea por los diferentes paisajes, se hace de noche, la estrella ilumina el camino a los pastores y los Reyes Magos dan vueltas con sus pajes esperando para visitar al Niño Jesús. Todos los personajes que conforman este belén son ya una imagen entrañable de la ciudad, un escenario que está abierto a todos los que deseen pasar a visitarlo.

Otro de los belenes tradicionales es el de A cal y canto, que este año estuvo a punto de no estrenarse. Con 15 años a sus espaldas, y al menos otros cinco años antes con un belén mucho más pequeño, José Antonio González Fresco y Nieves Alonso Rebaque no niegan una visita al tradicional belén que este año estuvieron a punto de no montar. “Lo hago poco a poco, otros años me ponía desde octubre, una vez pasara el puente del Pilar, pero este año, casi no llego”, explica José Antonio.

Verlo por primera vez resulta abrumador: Pastorcitos, panaderos, lavanderas, carpinteros…. no le falta ningún tipo de detalles e incluso el juego de luces permite disfrutar del belén y de las diferentes escenas. El agua corre en cascadas desde las montañas y va a parar a diferentes sitios. Las figuras miden entre 12 y 15 centímetros y están hechas de plástico, de barro, heredadas y compradas por el mismo tanto en Astorga como en León o Madrid.

José Antonio reconoce que ha crecido hasta límites insospechados, pero le encanta poder hacerlo cada Navidad. Habla con cariño de las figuras que ha ido obteniendo con el paso de los años. “Empecé con grupos de pastorcillos, pero claro, no sólo había pastores en el momento del nacimiento de Jesús, así que he ido adquiriendo más figuras con mucho realismo, como una burra cargada de melones o dos figuras pisando el vino”, explica José Antonio. Este sábado 24 de diciembre, día de Nochebuena inaugura el belén para que todos los astorganos puedan disfrutar un año más de esta tradición.

Tradición y futuro, unidos

En el local de Iluminación Varela decidieron hace tres años representar la idea de un “buen amigo” de reflejar la astorgana calle Postas. “Mi padre ya ponía nacimiento en el escaparate por Navidad, sólo que era más pequeño, representábamos el nacimiento, Desde hace tres años empezamos con esta idea y lo hemos ido ampliando con nuevas figuras, escenarios y diseños”, cuenta Rubén Varela.

Los materiales con los que está hecho son de lo más variado y casi todo con elementos reciclables, los ángeles son de terracota y la diligencia está hecha a partir de una impresora 3D, las casas de madera y las montañas de corchopán. La casa de Postas, que da el nombre a la calle es como una casa de muñecas, e incluso se puede abrir una de las paredes para retocar las oficinas que están cuidadas hasta el mínimo detalle: así se puede apreciar a las personas haciendo cola esperando para mandar su carta, o un despacho repleto de archivos.

Componer el belén les lleva aproximadamente un día, y lo hacen entre cuatro personas. En el torreón ondea el pendón de Celada de la Vega, pueblo de los Varela, y en lo alto de la torre unas figuras portan las banderas del Sevilla FC, equipo de fútbol de Rubén, y el Atlético de Madrid, equipo de su hermano Diego. “Esperemos que el próximo año podamos crecer más, aunque ya tenemos el espacio limitado y bastante completo, pero seguro que lo cambiamos”, dice Rubén con una sonrisa.

El misterio, la opción más “reducida”

Se conoce como “El Misterio” a la escena donde vemos al Niño Jesús que ha nacido, recostado en un pesebre, que le sirve de cuna improvisada. Está envuelto en pañales porque hace mucho frío, aunque la ternura popular lo representa poco abrigadito. A su lado está su Madre la Virgen María y San José: La Sagrada Familia. Este es el motivo central del Belén, cuya representación nos mueve a la contemplación del gran misterio de la Encarnación del Hijo de Dios.

Gemma Fuertes, propietaria de la tienda de ropa infantil Gemma, lleva las últimas tres Navidades colocando en el escaparate la escena del misterio, que es “un detalle perfecto para decorar”. Además, tiene un significado especial, pues las figuras, que tienen entre ocho y diez años, están pintadas a mano por una y son el regalo de una amiga.

Para Yolanda Pereira García, de la confitería La Flor y Nata es la primera Navidad que coloca un nacimiento en el escaparate de su establecimiento. “Todos los años cambio la decoración navideña, pero este me ha gustado tanto, que seguro que lo voy a repetir de ahora en adelante”, cuenta. Explica que con el espacio reducido en el escaparate no había encontrado la forma de colocarlo anteriormente, pero que sin duda es su decoración preferida de la Navidad. Rodeando la escena hay unas varas de canela de verdad, que le dan un toque especial al nacimiento de una pastelería. Además de las figuras principales se pueden apreciar también a los tres Reyes Magos que van a ofrecer sus presentes al Niño Jesús.

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