Bebiendo lo vivido en la fuente

El Jardín de la Sinagoga, el corazón de la ciudad, el punto enclave de reunión de los astorganos, desde los más jóvenes hasta los más mayores, los melancólicos paseos en las tardes de otoño, las vistas de la ciudad desde los bancos de la muralla, los bailes de verbena, los primeros devaneos amorosos… todo alrededor de la emblemática fuente ‘moruna’. Solo algunos privilegiados pueden mantener el recuerdo de esta fuente neomudéjar en su memoria, y es que hace más de 30 años de la desaparición de la misma. Desde ese momento, a los astorganos les falta algo.

Pero el emblema de la ciudad volverá con la réplica que se construirá en el mismo lugar, pero con otra orientación a la que tenía la original. Será una réplica de la fuente neomudéjar, pero no idéntica. El arquitecto, Herminio Dios, destaca que de lo que se trata es de que los astorganos que conocieron la fuente anterior la identifiquen cuando vean la nueva, y sentados en su banco observen el caño de agua cristalina y recuerden los momentos vividos. Aún así, tendrá aspectos diferentes, es una construcción de 2016, no es una reproducción exacta, “siempre hay que estar con los tiempos”, afirma el arquitecto.

Las diferencias serán perceptibles solo para aquellos que la conociesen bien. Con las novedades que se añadan se dejará constancia de que es una fuente construida en el siglo XXI. Los materiales por excelencia más significativos de la fuente anterior que se utilizarán en la nueva son los ladrillos de color rojizo y los azulejos. Las dimensiones serán similares.

Comenzando por el principio, la base de la fuente era de ladrillo y la nueva se construirá encima de una base de hormigón, la primera diferencia. La nueva construcción se asentará en esta plataforma y mantendrá la forma curva que tenía en su origen. Desde la misma base se disponía hacia la parte superior un banco de cemento que recorría la fuente de izquierda a derecha. Este banco se mantiene y estará construido del mismo material.

Desde la mitad de la fuente hacia la parte superior, la construcción es escalonada, cuenta con varias alturas diferenciadas, las cuales estaban cubiertas por pequeños tejados. Esta parte seguirá manteniendo la forma escalonada pero las diferentes alturas serán totalmente horizontales, no se reproducirán las cubiertas que mantenía anteriormente. Una diferencia notable.

Un componente nuevo son dos esferas, una colocada en el extremo izquierdo, sobre el primer escalón, y otra en el extremo derecho, también sobre el primer peldaño. Este elemento será la diferencia más visible de la nueva fuente ‘moruna’.

En la parte superior central estará presente el escudo del ayuntamiento de Astorga, y en la parte inferior derecha se plasmará la fecha,  el año 2016, para que quede constancia de que no es una imitación de la anterior.

De la parte posterior no se han recuperado documentos gráficos. En la nueva construcción, en esta parte, habrá tres espacios de igual tamaño para colocar tres murales -de azulejo, realizados de forma artesanal- de diferentes temáticas históricas de la ciudad.

Ahora solo queda esperar a que el Jardín de la Sinagoga abra sus puertas y que todos los astorganos puedan echar un trago en el caño para revivir los recuerdos forjados en torno a la fuente ‘moruna’.