¡Basta ya!

Un jodido infierno para quien lo pasa. Violencia verbal. Golpes. Insultos. Vejaciones. Con esa condena, con ese “camaleón” del maltrato, conviven muchas mujeres, que se cuentan por centenares en el Bierzo, y que se manifiesta de una manera distinta según la situación; aunque el color es el mismo: morado de penitencia. Los salvajes llenos de cólera y de ignorancia,  no entienden de riqueza de vocabulario, pero sí tienen su propio diccionario de humillaciones. Cada día escuchamos un nuevo caso de violencia de género, cada día una tumba más, una condena en vida para quien sigue recibiendo los vómitos de odio, generalmente de alguien muy cercano… Violencia contra la mujer y en muchos ámbitos de la vida: violencia en la familia, violencia juvenil, escolar, violencia de hijos a padres, en el deporte, en la enfermedad, en la ciudad, en la soledad de los pueblos… ¿dónde no hay violencia?. Habrá muchas personas que lamentablemente se vean reflejadas en esta reflexión en voz alta, en su caso particular, lleno de intensidad.

El Bierzo registra un caso de violencia de género al día y la situación no muestra una tendencia a la baja. Es un dato que calificaba como increíble, el propio juez encargado en nuestro partido judicial,  de los casos de violencia de género.                              A estas alturas de año, los juzgados de Ponferrada, ya han recibido más de 300 denuncias de mujeres maltratadas y un centenar de ellas están sometidas al régimen de protección policial y judicial, por ser víctimas de la violencia machista. El juez  pone énfasis en una circunstancia que, según su experiencia, es común entre muchos de los maltratadores de mujeres: tienen una educación muy deficiente. Pero hay de todo no nos engañemos.

Busco en el diccionario el significado literal de la palabra RABIA: enfermedad infecciosa que se manifiesta mediante un cuadro de convulsiones y parálisis… la padecen un gran número de “animales” de sangre caliente ( perros, ratas, cerdos…) es una enfermedad muy grave y que describe fielmente al maltratador.

No debemos enmudecer, como tampoco deben hacerlo quienes sean víctimas de comportamientos delictivos y agresivos… pero escribirlo es una cosa, sí,… y vivirlo otra historia….

Entonces,… si queremos ayudar ¿cómo podemos hacerlo?, igual lo más acertado no sea dejarnos vencer por el miedo y aplicar el sentido común. Muchas veces en los medios de comunicación tendemos a informar fríamente de cada caso de violencia de género, computándolo como una noticia más. Un número más. Quizá ahí, y cada uno desde su tribuna, tenga la mejor opción en su mano. Intentémoslo. Cada historia es un drama, cada episodio de violencia debe tener un impacto mayor que el anterior para reaccionar.Que podamos recuperar la confianza en las personas. Que olvidemos esa sensación de estar solos. Que el mundo se pare y se baje la violencia. ¡Basta Ya!.

 

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