DA Lucio Ángel Vallejo Balda, ex ecónomo de la Diócesis de Astorga, y la laica italiana Francesca Chaouqui, que también ha sido detenida e interrogada, formaron parte de la Comisión para el Estudio y la Organización de la Estructura Económica y Administrativa del Vaticano (COSEA). Los documentos filtrados y las conversaciones grabadas clandestinamente al Papa, todo parece indicar que con un teléfono móvil, provienen de las reuniones de esta comisión.
La Comisión, cuyo trabajo duró menos de un año, estuvo presidida por el maltés Joseph F. X. Zahra. Vallejo Balda actuaba de secretario. Los otros seis componentes eran cinco expertos en finanzas procedentes de varios países y la experta en relaciones públicas de Ernst Young Italia, Francesca Chaouqui.
Ángel Lucio en el calabozo
El Vaticano, en un comunicado oficial emitido este lunes, ha confirmado la detención de ambos y su puesta a disposición del fiscal por un presunto delito de filtración de documentos reservados, si bien ha especificado que Francesca Chaouqui ya se encuentra en libertad al no haberse encontrado evidencias que aconsejen la medida cautelar de detención. Vallejo Balda sigue detenido.
El comunicado oficial recuerda severamente que “la divulgación de documentos reservados es un delito tipificado en Ley Número 9 del Estado del Vaticano» pero, sobre todo, «una grave traición a la confianza del Papa”.
Como secretario de la Prefectura de Asuntos Económicos, Angel Lucio Vallejo Balda fue en la práctica el “número dos” en la supervisión de cuentas de los numerosos organismos del Vaticano hasta que la reforma del Papa Francisco llevó a crear, en febrero del 2014, la nueva Secretaría de Economía, encomendada al cardenal australiano George Pell.
¿Venganza y lucha de poder?
Aunque Vallejo Balda había comentado, incluso en Astorga llegó a ser entrevistado en un diario local, que iba a ser el “número dos” de esta secretaría, el Papa entregó finalmente ese puesto a otra persona, dejándole en su mismo puesto, que ahora se ‘devalúa’ al pasar a depender del equipo del Revisor de Cuentas, un nuevo cargo que desempeña el manager italiano Libero Milone, cuyo ordenador sufrió un ataque informático recientemente. Desde entonces, el padre Ángel, como se le conoce en la Diócesis de Astorga, permanecía en Roma, en un palacete perteneciente a la Iglesia, con coche oficial, pero sin una clara función relevante.
Primero fueron las filtraciones sobre el cardenal que dirige con el Papa Francisco la estructura económica. Se le acusaba de “gastos en trajes, viajes de lujo…” que no hicieron sino enojar más al nuevo Papa y enturbiar las relaciones entre el alto personal de la Curia económica.
La semana pasada se denunciaron los robos de discos duros y otros informes de otros miembros de la dirección económica. Evidentemente alguien desde dentro estaba “jugando sucio” y se temían una segunda entrega del famoso “Vatiliks”.
Las investigaciones que han llevado al arresto se intensificaron recientemetne ante la inminente publicación de dos libros sobre las anomalías en las finanzas del Vaticano, Vía Crucis de Gianluigi Nuzzi, el periodista italiano que publicó en mayo del 2012 los documentos robados del antedespacho del Papa por el entonces mayordomo de Benedicto XVI, Paolo Gabriele, y Avarizia, de Emiliano Fittipaldi.
El comunicado oficial recuerda severamente que «la divulgación de documentos reservados es un delito tipificado en Ley Número 9 del Estado del Vaticano» pero, sobre todo, “una grave traición a la confianza del Papa”.
Es la segunda ocasión en que el Papa reprueba la actuación de el padre Ángel. La macrofiesta empresarial con animadora social, también publicada por toda la prensa especializada en temas de Vaticano, le llevó a un nuevo “desencuentro”. “Esta no es la Iglesia de lujo y poder que yo deseo”, afirmó el mismísimo Francisco cuando firmó el cese de Vallejo Valda según la prensa italiana y que en su momento recogimos en Astorga Digital.
Vallejo Valda, riojano de 54 años de edad, fue ordenado sacerdote en 1987 en Astorga. Comenzó como ‘cura de pueblo’ en la zona de Sanabria y tres años después fue nombrado ecónomo diocesano. En el año 2010 fue ‘fichado’ por Giménez Barriocanal para el departamento económico de la JMJ de Madrid como su mano derecha. El Papa Benedicto lo nombró, en el mes de septiembre de 2011, secretario de la Prefectura de Asuntos Económicos de la Santa Sede. Dos años después, el Papa Francisco le otorgó su confianza designándole secretario de la COSEA.