No podía ser de otra manera. La marcha atrás en el tiempo que vive estos días Astorga tiene en el concurso de catapultas una de sus principales actividades. La explanada junto a la bajada del Postigo acogió la celebración de este acto que aúna esfuerzo físico y mental, además de recibir premio los mejores clasificados de las diferentes categorías.
Un total de seis máquinas participaron en el concurso. La séptima catapulta, Armagedorum y sus grandes dimensiones -que como en ediciones anteriores lanzó las sandías hasta que se perdieron de vista- impiden que entre en el concurso, algo que favoreció el espectáculo y la igualdad entre el resto de participantes.
Vivarium fue, por segunda edición consecutiva, el que más lejos envió el proyectil, que de nuevo fueron sandías. Los jóvenes componentes del grupo romano dominan este lanzamiento desde que se volviera a celebrar este acto, hace ya tres años. No se tuvieron que lamentar incidencias y todos los disparos acabaron entre los límites establecidos y que formaban los componentes de las diferentes tribus astures y cívitas romanas.
Vivarium ganó el concurso al lanzamiento de mayor distancia. / CCU
La precisión tuvo otra vez como protagonista a Iraco. La tribu astur es la dominadora de este tipo de lanzamiento y repitió primer premio. Además, el jurado responsable de la organización de este concurso de catapultas entregó el premio de fidelidad histórica a Iraco, que presentó una espectacular máquina.
El duelo entre los astures y los romanos vivió su primer acto, que tendrá su punto fuerte en el Circo Romano que se celebrará este sábado desde las 19:00 horas en la Plaza de Toros de Astorga. El objetivo del Caesar no es otro que sus ciudadanos vuelvan a conseguir la victoria tras ocho años en blanco.
Previamente, las tribus, legiones y cívitas romanas desfilaron por la ciudad hasta la Plaza Mayor, donde el recibimiento del César fue abucheado por las tribus Astures y aplaudido por los ciudadanos romanos. Parece que las rencillas entre ambos pueblos no acaban más que empezar.
