Astorga sienta las bases para proteger la Acogida Tradicional como Bien Inmaterial de la Humanidad

La ciudad ha sido este domingo, Día de Santiago, anfitriona para la firma de una declaración que pretende perpetuarla "más allá de su historia pasada"

Astorga celebra, este domingo 25 de julio, el Día de Santiago en este Año Santo Jacobeo y se convierte en anfitriona para la firma de una declaración internacional que quiere preservar la acogida tradicional como herramienta para el futuro del Camino de Santiago y para su declaración como Bien Inmaterial de la Humanidad.

La campana del albergue de peregrinos Siervas de María comenzó a repicar a las 12:00 horas para dar inicio a esta jornada. Representantes de las asociaciones de Amigos del Camino de Santiago de Sahagún, León y Ponferrada, así como de la Federación Española de Asociaciones de Amigos del Camino de Santiago y de las pedanías de Astorga acompañaron en este soleado domingo de julio a la ciudad.

La celebración continuó en el salón de plenos del Ayuntamiento de Astorga, con la lectura de una declaración sobre la importancia del mantenimiento de la acogida tradicional para el futuro del Camino de Santiago. El alcalde de Astorga, Juan José Alonso Perandones, recordó que Astorga llegó a tener 24 hospitales de atención peregrina y reivindicó la esencialidad del Camino Francés y la recuperación de la memoria para la protección del patrimonio. Por su parte, Juan Carlos Pérez, presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Astorga, reivindicó la hospitalidad en el Camino como eje vertebrador para el futuro.

En la declaración se expresa que “los mil años de historia del Camino de Santiago no son posibles de entender sin el fenómeno de la Acogida Tradicional Jacobea”. Firmada por las asociaciones presentes, peregrinos y hospitaleros, en el Año Santo Jacobeo 2021, quiere “definir la Acogida Tradicional y sentar las primeras bases para protegerla y fomentarla como un Bien Inmaterial; inseparable de las peregrinaciones a Santiago. La Acogida Tradicional como valor fundamental y seña de identidad del Camino. Un legado de generaciones que nos traslada, a través del tiempo, la obligación de preservarlo y una encomienda de futuro para quienes nos precedan. Una acogida altruista, abierta y sincera, en la seguridad de que servir a los demás es servirse a uno mismo. Destinada a esos seres humanos que vagan por el Camino, y por la vida, en busca de un destino que les ayude a entenderse a sí mismos y a los demás”.

La Acogida Tradicional en Astorga

Desde hace una semana un símbolo ilumina disferentes puntos de la ciudad bimilenaria que precisamente resalta esta acogida tradicional en el Camino. Se trata de una seña luminosa que presenta una mano que atiende y da cobijo a las personas que lo solicitan. La historiadora medieval y catedrática astorgana Gregoria Cavero guió a los presentes por la historia de algunos de los lugares que en su día fueron espacios de acogida hospitalaria.

La experta en historia medieval explicó que en Astorga los hospitales fueron muchos y no tuvieron todos ellos una existencia coetánea. La historiadora guió a los presentes a través de la historia de los hospitales de acogida, así como algunos puntos de la ciudad que desde hace unos días están marcados con placas que rememoran un fragmento de la historia hospitalaria de Astorga. “Los hospitales de las cofradías se mantuvieron hasta el siglo XVI y la Cofradía de San Feliz tuvo hasta dos hospitales, lo que podría significar que eran rentables. El equipamiento no era en ocasiones muy grande. En 1454 los cofrades de Santa Marta pagaron 20 maravedíes por un carro de paja para las camas para acoger a los peregrinos. Era grande la acogida, pero los medios pocos y las dotaciones limitadas. La atención a los peregrinos se vertebraba en tres: el techo, el lecho y el fuego. Aunque a veces los hospitales no podían ofrecer ni eso y estaban en situaciones precarias. La mínima prestación alimentaria era de agua y quizá un poco de sal para condimentar lo que llevasen los peregrinos. En la mayoría pan y vino, y a veces un potaje de carne y verduras. Las cofradías de Astorga fueron bastante cuidadosas y hay libros que registraban las entradas y salidas económicas. Era fundamental lograr recibir comida, porque los peregrinos acababan pronto las existencias con las que salían de sus casas. De hecho, el Códice Calixtino señalaba dónde se podía comer mejor y peor y de qué ríos se podía beber”.

La historiadora recordó que Astorga es “ante todo, un jalón singular. Un cruce de caminos donde convergen la Ruta de la Plata y el Camino de Santiago. El Camino Francés tiene un itinerario principal y estamos en él. Esta Astorga es ciudad de acogida y de tradición”.

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