Astorga, oposición socialista en estéreo

Si bien son dos grupos políticos los que conforman la oposición en el Consistorio astorgano, de un tiempo a esta parte con la renovación de la Agrupación local socialista se ha sumado un tercer grupo que ejerce en cierta medida la crítica a la actuación del Gobierno local del PP-PAL.

Los bríos con que ha salido la “criatura”, antes gestora, ofrece una serie de puntos de vista a analizar bastante sugerentes. En primer lugar, quizás el más importante, ahonda en el divorcio que definitivamente existe en lo que es el PSOE del Ayuntamiento, esto es, los tres concejales electos; frente al PSOE orgánico, es decir, el aparato. La semana pasada se evidenció cuando los primeros lanzaban un mensaje de lógica crítica y habitual en su papel al Gobierno local y en días después salía a la palestra con temas, especialmente patrimoniales, el propio partido. ¿Descoordinación? Mucho nos tememos que no. Lo que verdaderamente sucede es que hay hoy en día dos “psoes” en torno a dos figuras claves: Victorina Alonso y Juan José Alonso Perandones.

Por otro lado se nos antoja difícil la batalla que se avecina por dilucidar quién encabecerá la candidatura del socialismo astorgano. Victorina ha dado síntomas de querer repetir y para ello cuenta con el comodín de su cercanía al mismísimo Pedro Sánchez y al propio secretario general regional Tudanca. Mientras que Cendón, el provincial, parece más partidario de la renovación en la cabecera de listas allí donde no se ha ganado y es un declarado antisanchista o al menos no oficialista en origen. Nombres ya circulan por la ciudad dos o tres, hasta el del propio Juanjo, cosa poco creíble pues aunque su actividad política retomada es notoria, su etapa con más luces que sombras ya pasó a la historia y no vemos a un Juanjo en la oposición o pendiente de pactos y contrapactos ensombreciendo su brillante currículum. El recordado Perandones ha trabajado duro por reconducir su partido por dentro y piensa que el Ayuntamiento, como socialista que es -no lo olvidemos- debe de cobrar un sendero por los temas que él y los suyos consideran inacabados o en espera. En todo caso, a la falta de un mirlo blanco su nombre, insistimos, suena para reconducir el socialismo a mejores resultados que a la exigua minoría actual.

En todo este mapa de operaciones que podría complicarse aún más con la entrada simbólica de ciudadanos -esta vez ya veremos si con posibilidades- no es precisamente el PP-PAL el más amenazado hasta que haya comicios, sino la facción de Victorina Alonso y la propia Izquierda Unida; sabedora esta última de estar viviendo de los votos prestados por un socialismo que acudió a las urnas dividido y en plena gresca interna.

En todo caso y por todo esto el PP-PAL ahora se topa con un opositor más y la oposición comienza una carrera por la búsqueda de un liderazgo que haga verdadero contrapeso al contrastado papel destacado de Arsenio García como alcalde.