Todo está listo para la procesión que Astorga celebra cada tres años, desde 1994 y a la que nunca ha dejado de ser fiel desde entonces. El año que no se celebra en Astorga, la representación tiene lugar en el municipio de Clavijo, y el otro restante, tanto los astorganos como los riojanos hacen un parón y se toman un descanso.
La celebración se lleva a cabo a lo largo de dos días. Los zuizos, las doncellas, la Banda Municipal de Música, la banda de cornetas y tambores, el Ralca 63, el presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Astorga, el alcalde de la ciudad, la corporación municipal y los Marqueses de Astorga recorren la ciudad siguiendo las calles del Camino de Santiago en procesión hasta llegar a la Catedral, donde tiene lugar una misa con ofrenda.
Astorga espera paciente la llegada del mes de junio, en concreto de los días 11 y 12, momento en el que la ciudad recibe a decenas de riojanos que participarán en este evento para celebrar la Batalla que tuvo lugar en los campos de Clavijo, para así mostrar la réplica del pendón enarbolado por las tropas cristianas que luchaban contra el moro. El pendón se trasladó a Astorga con el compromiso de lucirlo por la ciudad. Es por ello que, custodiado por la Guardia Zuiza, se lleva en procesión hasta la Catedral.
La bandera original se conserva en pequeños fragmentos entre cristales en una arqueta del Museo Romano. El pendón cuenta con un fondo amarillo en el que se plasman dos lobos de color rojo, rodeados por triángulos rojos y azules.
Este evento hace que se engalane la ciudad y la convierte en centro de atracción turística durante esos días por los matices propios de la celebración, distinta de las representaciones de otros lugares de España. La celebración cuenta con elementos civiles, militares, religiosos, paramilitares e históricos.
Antecedentes
El 15 de julio de 1465 el Rey Enrique IV tuvo el honor de crear el Marquesado de Astorga y otorgárselo a Don Álvaro Pérez Osorio, Conde de Villalobos y ‘Alférez del Pendón de la Divisa’. Esta persona sería la encargada de portar la bandera en caso de guerra, como así habían hecho sus antecesores, desde que el pendón se había llevado a la Batalla de Clavijo. Posteriormente, se conservó en la torre de Astorga como símbolo de grandeza de su estirpe salvaguardando el testimonio de dicha batalla.
El Marqués de Astorga otorgó a la ciudad su nuevo Señorío para guardar y venerar la Bandera de Clavijo como signo de la creación de España. Asimismo, el Marqués hizo entrega al Regimiento de la ciudad de Astorga de la Bandera, convirtiéndose el municipio astorgano en depositario de ella y comprometiéndose a celebrar varios actos ceremoniales.
Astorga sería desde entonces la encargada de guardar el paño en una arqueta. Este solo podía sacarse de ese lugar cuando aconteciese un acto de dimensión nacional y siempre con honores de Capitán General. Además, una vez al año, el pendón debía llevarse a la Catedral en procesión.
En este acto, el Marqués era el encargado de elegir al portador de la bandera, y el municipio escogía los elementos de su escolta, un vecino de cada casa de la ciudad; cuatro portarían cirios encendidos. La Zuiza formada por hombres de los gremios del trabajo, y que vestían de zuizones, caminaba hasta la Catedral “con una estampida de pólvora a su paso en honor de la Bandera”.
Una vez ya en la Catedral, el Cabildo con la imagen de la Virgen Blanca recibía a La Zuiza. El Corregidor se sentaba en la silla del Dean, el portador de la Bandera en la Chantre, el Regidor más antiguo junto al portador y en la ‘Vía Sacra’ el resto de la corporación municipal y los hombres de La Zuiza.
Una vez finalizada la Misa Pontificial, el portador de la Bandera recibía una ración de vino y pan. Tras el regreso al municipio, a la comitiva se le hacía obsequio de agua de limón, dulces secos y chocolate.
En el siglo XVI la Bandera tenía ya un aspecto deteriorado y fue en ese momento cuando se elaboró una réplica, y la Bandera original se cosió y se guardó.
En 1728, la ‘Real Provisión de Felipe V’ reordenó la ceremonia y encargó la organización de la misma a la ‘Justicia y Regimiento de la ciudad de Astorga y su Comarca’, dotándola así del honor de asignar todos los elementos y los acompañamientos de la Bandera, así como los de La Zuiza que los gremios así aceptaron.
De este modo, Astorga creó el ‘Batallón de Clavijo’ para mantener la exaltación a la Bandera honrándola en sus salidas así como en la restauración de la misma. En 1994, coincidiendo con la Expoastroga, la ciudad maragata conforme con el Obispado y la Cámara de Comercio e Industria de Astorga, asumió la responsabilidad de representar los antiguos gremios de trabajo local y recuperó la celebración de la ‘Ceremonia de La Zuiza’ que desde entonces se representa cada tres años en la bimilenaria.
Yo también estoy deseando que llegue el sábado 11, para poder volver a compartir con los Astorganos la celebración de esta gran fiesta, a quienes ofreceremos como en años anteriores, una degustación muy particular, que tiene un poco que ver con la coincidencia en la fecha, de la celebración en La Rioja de las fiestas en honor a nuestro patrón San Bernabe.