Liberando el IVA de tres millones de euros del supuesto déficit del Mundial de Ciclismo, anatema habemus, de la ciudad del Sil, siguen las cuentas siendo un tejer y destejer a diario en el sexto ayuntamiento de Castilla y León. Una medida que, por pequeña, a este periodista le resulta de tremenda importancia, es aquella que pretende en breve poner en marcha el Consistorio ponferradino y que consiste en que los cargos de confianza y con sueldo a añadir al erario público de los vecinos, van a tener que superar una barrera legal más.
Con la explosión del mapa político en el resultado electoral local, nada menos que siete grupos, los gastos se han disparado. Pues bien, la concejala de Hacienda del Partido Popular, Amparo Vidal, tiene todo preparado que para poder disfrutar de cargos adscritos a los grupos se tenga que contar con un mínimo de seis ediles, esto es, tan solo el PP y el PSOE podrían pasar el corte. El resto, legión, y que bien podría extrapolarse al resto de instituciones españolas, tendrán que apretarse un poco el cinturón. Asesores, periodistas, secretarias, administrativos y toda una cohorte que al final no dejan de ser muchas veces políticos a los que no les salió el sillón tal o el escaño pascual, lo tienen un poco más difícil.
El que más ha puesto el grito en el cielo, bueno, en esto de los papeles, no ha sido otro que el edil menos votado, con dos concejales. Un histórico del bercianismo que resucitó de entre los muertos por acción y gracia de las disputas internas del Partido Popular y del hastío del respetable ante la clase política en general. Y es que la austeridad y el rigor en los gastos públicos son algo exigible y una receta de fácil venta en los discursos…menos cuando le toca directamente a uno, claro.
Y mientras al otro lado del Manzanal sacan las tijeras para puestos adscritos a los grupos políticos municipales, en Astorga desde que se supo que iba a comenzar a usarse esta fórmula legal de contratación la oposición más a la izquierda ha hecho bandera del asunto. Sabiendo que durante 30 años diversos colaboradores externos han venido realizando trabajos de comunicación, asesoramiento, creatividades de diversas índoles e incluso gestión de festivales culturales o cinematográficos…El PP al parecer ha dado un paso más a la modernización de la Administración local. Algo que se utiliza con demagogia y frases hechas: un puesto más, un censor, etcétera.
Lo curioso del tema es que matando al mensajero, a la persona contratada, se pretende ensuciar la limpia imagen de donde trabajó anteriormente, incluso de quien la contrata. Para ello cuenta en especial con su propio medio de comunicación asociado que, para más paradoja, lo lleva una antigua secretaria de prensa del gabinete municipal de alcaldía del Partido Socialista de León. ¿A nadie en León le dio por montar semejante llantina? ¿Por qué en Astorga sí? La moraleja es que según convenga criticamos o montamos el número o no. Y claro, en Astorga tocaba. Y eso por no hablar de los emolumentos mensuales que se cobraban en diversos conceptos de la época socialista recién finiquitada. Si se quiere jugar a justiciero y adalid de la verdad, habría que empezar por no engañar a la gente contando las cosas a medias.
A nosotros, en esa guerra sucia, no nos van a encontrar porque simplemente, no entramos. Y pruebas de la maldad las sufrimos a diario sin aburrir a los lectores con ello. ¿Hablamos de una marca de una supuesta editorial que se ha tenido que retirar y que fue creada expresamente para confundir y hacer daño? ¿De denuncias de una agencia de noticias por robar fotos e información sin pagar cuotas? ¿De… La porquería para los porqueros.