Ical Ángel G.R. un leonés con residencia en El Puerto de Santa María, apareció muerto el pasado jueves en el interior de un coche carbonizado y con dos disparos en la cabeza, después de varios días desaparecido. La víctima regentaba dos clubes nocturnos de la zona y otro más en Sevilla y además había sido investigado por la Policía como supuesto cabecilla de una red de explotación sexual de mujeres y blanqueo de dinero por la que fueron detenidas 36 personas, según publica en su edición de este martes Diario de León.
La compañera sentimental del fallecido puso en alerta a los investigadores a principios de la semana pasada, cuando denunció su repentina desaparición. No había tenido noticias de él durante varios días. Inmediatamente se puso en marcha un dispositivo de búsqueda que concluyó cuando durante la investigación de un suceso en el que un coche había aparecido envuelto en llamas, se halló por sorpresa y en el maletero del vehículo el cadáver de una persona que resultó ser el leonés.
A tenor de las primeras investigaciones, los disparos mortales se produjeron en un lugar diferente al de la aparición del coche, aunque el asunto se encuentra bajo secreto sumarial. No se ha confirmado de forma oficial si, como apuntaban algunos testimonios, la víctima estaba maniatada en el momento del hallazgo de su cadáver.
Propietario de un negocio relacionado con las motocicletas en el centro de León hace algunos años, Ángel era el mayor de dos hermanos. Ambos eran hijos de un matrimonio leonés que tuvo en su día un negocio de productos de pollos. Decidieron cambiar de vida hace algunos años y el fallecido decidió irse a vivir al sur, donde ya había protagonizado algún suceso de estas características.
Según publicó ayer Diario de Cádiz, en el año 2007 ya fue partícipe de una sonada polémica al recibir licencia municipal para la ampliación del local de alterne que regentaba, un club denominado Oh, Puerto!. Fue pocos días antes de las elecciones municipales. Un alcalde de signo independiente le permitió incrementar la superficie de sus instalaciones. Por ese asunto se abrió la denominada Operación Tequila, que a día de hoy sigue pendiente de juicio.