CAMPO

Asaja alerta de la “difícil situación” de los cultivos de regadío por el retraso de las siembras por la lluvia

La organización pedirá a la Junta que exima a los productores de la obligación de cumplir con los compromisos de siembras a efectos del pago verde de la PAC

Asaja León celebra esta tarde una reunión de su comité ejecutivo para analizar la “difícil situación” en la que se encuentran las explotaciones de cultivos de regadío por el retraso en las siembras debido a las lluvias de las últimas semanas. El sindicato pedirá a la Junta de Castilla y León que exima a los productores de la obligación de cumplir con los compromisos de siembras a efectos del pago verde de la PAC, de los expedientes de modernización de explotaciones y de programas agroambientales como el de la remolacha, de manera que los profesionales puedan optar por los cultivos que les puedan ser más rentables.

El comité ejecutivo de Asaja hará también un llamamiento a la Junta para que resuelva la crisis del vacuno de leche, y en particular que dé soluciones a los 12 ganaderos a los que se le interrumpió la recogida de leche el 1 de abril y no han encontrado un comprador. Asaja culpa a la Junta de “mirar para otro lado” y de no haber mostrado sensibilidad alguna con este problema de la montaña leonesa. La organización agraria también valorará la modificación de los módulos fiscales aprobados por el Gobierno y publicados el pasado viernes, y analizará el desarrollo de las campañas de seguros agrarios, fiscalidad y tramitación de las ayudas de la PAC, en las que están ocupados los servicios técnicos de la organización.

Según traslado Asaja a través de un comunicado, en el mejor de los escenarios la mayor parte del maíz no estará sembrado antes de finales de mayo, lo que ocasionará una reducción en los rendimientos de al menos el 25 por ciento; la remolacha tiene una situación “todavía peor” porque las lluvias interrumpieron la siembra al 40 por ciento y la expectativa de cosecha será “muy reducida”.

La situación climática, según Asaja, es “desoladora” para la agricultura de regadío de la provincia, a la que se dedican unas 80.000 hectáreas de cultivos de primavera, fundamentalmente maíz, remolacha, alubias y patatas, que son las que tienen problemas. Por el contrario, la primavera lluviosa está siendo beneficiosa para la agricultura de secano, en particular para unas 105.000 hectáreas de cereal, y para los pastos y forrajes.

Print Friendly, PDF & Email