Agricultura

Asaja afirma que la lluvia favorece las expectativas del campo leonés a la espera de lo que ocurra en mayo

La situación de los embalses y ríos todavía muy caudalosos, apuntan, permitirán afrontar una campaña de riego sin restricciones
Imagen de la Vega del Esla. / Pablo del Pozo

Las jornadas de lluvia colocan en un buen punto de partida los cultivos de cereales de invierno y forrajes en los secanos de la provincia de León y su desenlace final de penderá del tiempo que haga en el mes de mayo y las primeras semanas de junio. Actualmente, el estado de los campos es óptimo, tratando de recuperar el retraso en los ciclos debido a unas siembras que con carácter general fueron tardías por la climatología de otoño. Estas lluvias aportarán también el tempero suficiente para las siembras del cultivo del girasol, que se inicia por estas fechas, y que ocupará fincas desplazando superficies que de otra forma estarían destinadas a barbecho, según lo señaló hoy Asaja en un comunicado.

Respecto a la agricultura de regadío, la lluvia interrumpen las siembras del maíz, cultivo estrella en la provincia, pero -matizan- son beneficiosas ya que sin ellas no estaba garantizada la nascencia de la planta en las zonas de regadío no modernizado y todavía quedan más de dos semanas para poder sembrar con garantías de éxito. La situación de los embalses, llenos, y con unos ríos todavía muy caudalosos, añaden, da tranquilidad para afrontar una campaña de riego que debería hacerse sin restricción alguna y permitir unas buenas reservas de agua para el próximo año.

La lluvia está siendo también muy favorable para que salgan los pastos que se estaban retrasando tanto en la montaña con en el resto de la provincia. Aunque la nieve es una precipitación no deseada en esta época del año, dicen, no entrañará mayor problema si cae únicamente en cotas altas y, en caso contrario, si se derrite pronto, permaneciendo poco tiempo en el terreno. La producción de hierba en los prados de siega de la montaña leonesa se decide, subrayan, sobre todo con las precipitaciones del mes de junio, siendo poco relevante la climatología de estas fechas.

En lo que llevamos de año agrícola, que para un agricultor de secano comienza en el mes de octubre, las precipitaciones han sido escasas, inferiores a la media. No obstante, desde el mes de enero, aunque ha llovido poco, lo ha hecho de forma repartida, por lo que la planta no ha acusado sequía. Muchos terrenos de la provincia de León, por lo general pobres, concluyen, son “más agradecidos” los años de inviernos con escasas precipitaciones que los muy lluviosos.

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