La Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores de León acusó este jueves a Leche Pascual de “impedir el libre mercado” para quedarse en exclusividad la leche de los ganaderos leoneses que la entregaban a la industria de productos lácteos Mondelez, radicada en Hospital de Órbigo.
Asaja se había mostrado preocupada ante el hecho de que Mondelez dejará de recoger leche a los ganaderos a finales de este mes de junio y se proveerá para cubrir sus necesidades de la empresa Leche Pascual mediante compras de leche líquida en cisternas, pero no tenían “nada que objetar a una estrategia empresarial que los directivos de la compañía pueden tomar libremente”.
Sin embargo, según explicaron, el problema ha surgido cuando Leche Pascual, que quiere ser el cliente exclusivo de este grupo de ganaderos, está haciendo valer los “pactos de no agresión” entre los operadores lácteos y está “impidiendo el libre mercado”, así como que “cada ganadero se entienda con el comprador que mejor se adapta a sus intereses”, de manera que varias empresas, algunas de ellas leonesas o de provincias limítrofes, mostraron interés por recoger de forma individual a ganaderos afectados por el cierre de las rutas de recogida de Mondelez, pero todas ellas desistieron “para evitar represalias comerciales por parte de Leche Pascual”. Además, “todos los ganaderos tendrán que firmar contratos con Pascual antes de fin de mes bajo las condiciones que este imponga”.
Unos contratos que, en lugar de subrogar en los que tenía Mondelez, “plantean peores condiciones respecto a los originarios y respecto a las ofertas que habían hecho otras empresas”, por lo que de “imponerse la pretensión de Leche Pascual”, los ganaderos “perderán al menos tres céntimos de euro por litro de leche vendida”, lo que equivale a una media diaria de 120 euros por explotación.
Asaja considera estos hechos como “de extrema gravedad”, por lo que se lo trasladó hoy a las autoridades agrarias del Gobierno central y de la Junta de Castilla y León para que “adopten medidas si fuera el caso”. De igual manera, la asociación agraria ha presentado denuncia formal ante la Agencia de Información y Control Alimentarios y ante la Comisión Nacional de los Mercado y la Competencia, por entender que “se están vulnerando las leyes con pactos que alteran el libre mercado” y pidieron que “se curse visita a cada uno de los ganaderos para comprobar, con su testimonio, la veracidad de lo denunciado”.
En su escrito de denuncia, Asaja recuerda a ambos organismos de control que de comprobarse los hechos que se denuncian, tengan en cuenta que Leche Pascual es una “empresa reincidente”, ya que sobre ella pesa una sanción millonaria de la propia Comisión Nacional del Mercado de la Competencia por formar parte del denominado “cartel de la leche”, sanción que no ha hecho efectiva a la espera de recurso que se ve en la Audiencia Nacional, así como que se enfrenta a los procesos judiciales que se están promoviendo por ganaderos individuales que están reclamando los daños y perjuicios que le ocasionó durante años el probado cartel.