Diego Álvarez Una puesta en escena modesta pero correcta, visual y también musical, fueron las notas del último acto realizado ayer noche en la capital maragata para celebrar la conmemoración del bimileriario de la muerte del emperador Octavio Augusto fundador de Astúrica Augusta.
El espectáculo corrió a cargo de la dirección de Fernando García Crespo y contó con la colaboración del grupo de teatro de calle local ‘A ras de suelo’, así como también del grupo de la Asociación de Astures y Romanos ‘Vestales’ y el grupo de baile ‘Six-g crew’. La idea original fue de la directora del Museo Romano de Astorga Maria Ángeles Sevillano y el acompañamiento musical lo realizó Nacho Martín Novo.
A pesar de que el aforo no llegó a completarse mucha gente de la que transitaba por las inmediaciones una vez comenzado el acto se sumó al resto de espectadores para ver esta representación del “ultimo adiós al emperador en su funeral” en el que las plañideras lloraron su muerte con hipocresía a la llegada de Tiberio (representado por Mario Rebaque), su sucesor, al que más tarde se le sumaría el adivino para completar el discurso. Senadores y un trompetista completaron el reparto de esta pequeña obra teatral.
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