De familia astorgana y salmantino de nacimiento por las circunstancias, Andrés Martínez Oria reside en Astorga desde que contaba unos tres o cuatro años y toda su vida se halla ligada a la ciudad bimilenaria. Apasionado por la Semana Santa, y natural del barrio de Puerta de Rey es padre de cofrades del Nazareno y se considera un “cofrade espiritual”. Fue elegido por la Junta Profomento de la Semana santa de Astorga como pregonero para el pasado 2020 que, debido a la pandemia, no pudo ofrecer sus palabras a la ciudad. Este año, pese a que no habrá procesiones, la Junta celebrará este sábado un acto en la Catedral de Astorga a partir de las 19:00 horas con el pregón de Andrés M. Oria.
Como se guardarán todas las medidas de seguridad y la limitación de aforos, el pregón también será retransmitido por la televisión provincial y por redes sociales. Conversamos con él en esta entrevista en la que nos habla de su relación con la Semana Santa de Astorga.
Pregunta: ¿Cómo ha recibido la noticia de que será el pregonero de la Semana Santa de Astorga 2021?
Respuesta: Es un motivo de reconocimiento que he aceptado con mucha satisfacción. Supone un compromiso ante la Junta Profomento, ante Astorga para poder sacar adelante el cometido. Alegría, por un lado, y ese compromiso qu exige mucho.
P: Usted tenía que haber dado su pregón de la Semana Santa el pasado 2020, pero el estado de alarma y posterior confinamiento impidieron todo acto, ¿qué supuso el no poder haber dado su pregón el año pasado?
R: A mí se me comunicó la elección a finales de 2019, por lo que para el mes de marzo el pregón estaba ya preparado. Luego vino la suspensión de todos los actos públicos, la Semana Santa, supone una cierta decepción, no poder realizar la parte final de un trabajo al que le había dedicado meses. Pero hemos sufrido la pandemia y esta situación de estar en casa metidos durante meses y supone una alegría poder hacerlo este año, dentro de las limitaciones, ya que seguimos de alguna forma confinados. Es una alegría poder realizar el pregón este año.
P: Comenta que el pasado mes de marzo tenía su pregón prácticamente terminado, ¿ha cambiado lo que usted ya tenía creado?
R: El contenido de fondo del pregón es el mismo, lo que sí he hecho son reajustes. Por ejemplo, las alusiones al cartel anunciador de la Semana Santa son distinas. Uno era el del año pasado, el Cristo del maestro Morán, y este año es un cuadro del retablo de Becerra, por lo que ha habido reajustes, retoques formales. El fondo del pregón sigue siendo el mismo.
P: Sin desvelar todos los secretos, ¿qué podemos esperar este sábado de su pregón?
R: El pregón va a ser una reflexión sobre la Semana Santa astorgana, atendiendo a aspectos como lo que tiene de tradición, de recuerdos personales, mis vivencias del pasado, la evocación de la Semana Santa del pasado a través del tiempo.
Lo que supone, también, la Semana Santa como impulso económico para la ciudad, que no se podrá llevar a cabo por la pandemia en la medida de lo que debería ser, pero es una reflexión de lo que supone este “periodo vacacional” en cierto modo de la Semana Santa para el turismo, la Semana Santa como espectáculo, que también lo tiene. Luego, hago también hincapié la Semana Santa como elemento cultural, la Pasión como inspiradora de momentos supremos en la música, en la literatura, en la pintura y la escultura, y también en el cine. Todo eso ha dejado un poso cultural sobre el que se reflexiona y particularmente en la cultura astorgana, con referencias a lo cercano. Por último, hago también huna reflexión sobre lo que tiene la Semana Santa como expresión de la espiritualidad. Como un momento en el que hacemos un pequeño alto en la vida y que debemos aprovechar como un momento para la reflexión personal sobre lo que hacemos.
P: ¿Qué signfica la Semana Santa para usted?
R: Lo que digo en el pregón, es un momento de alto, de reflexión en el que uno encuentra en la calle una proyección de la religión que, de una forma o de otra, es nuestra vida, nuestro marco temporal. Tenemos una historia política y religiosa que son los parámetros en los que se mueve nuestra vida, y por tanto son hitos esenciales que marcan el transcurrir del año. Lo mismo que la Navidad, la Semana Santa y otros momentos.
P: ¿Qué tiene de especial la Semana Santa de Astorga?
R: La Semana Santa de Astorga tiene de particular todo lo que nos recuerda los momentos que hemos vivido en otro tiempo, esa proyección de nosotros mismos y los nuestros, nuestros padres, nuestros hermanos. Esos pasos que vimos de niños que luego hemos visto en otros momentos de la vida y que ahora siguen ahí. Es una proyección de nuestra propia vida y supone momento emocional indiscutible, que nos llega dentro.
P: ¿Qué tiene de diferente este año la Semana Santa, pudiendo salir a las calles, pero sin procesiones?
R: La Semana Santa del año pasado fue una Semana Santa del silencio cuando no pudimos asistir a ninguna manifestación externa. Este año se van a abrir un poco las puertas y va a haber algún acto, pero seguirá siendo también una Semana Santa del silencio. Esto le da también un matiz particular, en el futuro recordaremos estos años como algo especial en nuestra vida y, probablemente, nos marquen también. Creo que vivimos unos tiempos muy especiales y los pocos actos a los que podamos acudir, endrán también un peso especial en nuestra vida. Seguramente los recordaremos, quizá más que otros. Será la Semana Santa que no fue, o como digo yo en el pregón “una semana santa en la memoria” que viviremos en el recuerdo, que viviremos de los recuerdos del pasado, pero de una forma distinta y muy particular.