Juicio por el asesinato de Denise Thiem

Un análisis psicológico ve una posible motivación sexual en el ataque a la peregrina estadounidense

El informe subraya las diferencias entre el relato que hizo el presunto asesino sobre la agresión y el resto de su confesión
El acusado, Miguel Ángel Muñoz, a su llegada a la Audiencia Provincial de León el pasado 29 de marzo. / Carlos S. Campillo

El informe del análisis psicológico llevado a cabo sobre la conducta del presunto asesino de la peregrina Denise Pikka aporta la hipótesis de la motivación de tipo sexual para cometer la agresión y asesinato de la norteamericana. Así lo señaló hoy el experto que prestó declaración en el juicio que se desarrolla en la Audiencia Provincial de León contra Miguel Ángel Muñoz.

El policía jefe de la Sección de Análisis de Conducta que ofreció testimonio dejó claro que sus conclusiones son una hipótesis, y remarcó que teniendo en cuenta que no parecía existir una motivación económica y que se vinculó al acusado a otras dos agresiones a sendas peregrinas extranjeras -una china y una alemana, aunque no se demostró su implicación-, por descarte se llega a plantear el móvil sexual.

El que las otras agresiones se produjeran en el mismo lugar y una fuese con un palo -sin éxito- y la siguiente con una pistola eléctrica lleva a los expertos a pensar que “aprendió que necesitaba mejorar el método de control”.

También incidió en que Muñoz fue muy coherente durante todo su relato en la reconstrucción de los hechos y que únicamente desapareció esa coherencia cuando narró la agresión de Denise. “Él dijo que no había abusado de ella; de algún modo está haciendo explícito algo que pasa por su mente. A él le pareció relevante mencionarlo sin que se le dijera nada”, remarcó.

“El discurso fue diferente, sin detalles, titubeante, con mucha latencia a la hora de responder; muy distinto al resto de la declaración y es lo que hace pensar que una parte es más creíble que la otra. Era como se que ocultara algo de información”, rememoró antes de referirse al acusado como una persona “con ningún déficit intelectual, de inteligencia media, que comprende perfectamente en qué situación está”.

El hecho de que todo lo demás lo expresase de modo “honesto, sincero” y en una parte ocultase algo les hizo deducir que esa omisión respondía a elementos que pudieran ser relevantes en la investigación del caso. Hubo, insistió, “grandes diferencias entre su relato del ataque a la peregrina y el resto” y “se excusaba de la agresión sexual sin que nadie le pidiera nada”.

En cualquier caso, el avanzado estado de descomposición que presentaba el cadáver impidió poder determinar si se produjo o no una agresión sexual, al igual que no se pudo establecer la fecha del fallecimiento de Denise, dado que los restos encontrados no incluían los insectos que colonizan en primer lugar.

Esa ausencia podría deberse a que el cuerpo estuvo confinado; es decir, a que existió cualquier barrera física que impidió que se desarrollara esa fase. El análisis de las larvas y los escarabajos hallados en el lugar del segundo enterramiento del cadáver no hizo posible determinar cuándo se produjo la muerte, al no existir documentación sobre la fase de crecimiento de la especie concreta de la que se tomaron las muestras; todo ello a pesar de realizar diversas consultas al respecto, entre ellas, a expertos de Francia y Polonia, según detallaron los biólogos y la experta en tejidos y ADN que también declararon en la sesión de este miércoles. Mañana está previsto el testimonio de cuatro peritos propuestos por la defensa del acusado.
 

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