Amistad verdadera

A lo largo de muchos años he tenido una relación de gran amistad con José Manuel Sutil (Q.E.P. D). Una relación correspondida y de la cual me siento orgulloso por haber podido compartir con él, muchos momentos de amistad.

Siendo yo joven, hacíamos excursiones juntamente con D. Alfonso Pollán (que fuera párroco de Val de San Lorenzo) y otras personas. En nuestro caminar por Peñalba de Santiago, o subiendo el Teleno, íbamos hablando de multitud de temas. Nuestra amistad era sincera y yo me atrevía incluso a pedir su opinión sobre temas que no solían ser públicos.

He admirado y mucho la valía de este buen hombre que nos ha dejado. Su ejercicio del sacerdocio fue impecable. Siempre dispuesto a que los fieles contaran con su misa dominical. Y cómo no, su elegancia ante los fieles en el altar. Recuerdo perfectamente los años en los que la misa de la 10 h de la S.A.I. Catedral de Astorga, la oficiaba él. No he conocido otro sacerdote con ese ceremonial tan elegante.

Sus homilías eran las justas. En pocas palabras decía mucho y eso llegada al corazón de sus fieles.

El Val de San Lorenzo estaba en su corazón y siempre que su apretada agenda sacerdotal se lo permitía, allí que iba para hablar con sus vecinos, impartir la Novena en honor a su queridísima Virgen de la Carballeda, y cómo no, recordar como cuando él era un joven, participaba vestido de Danzante en dicha procesión.

José Manuel llevaba Maragatería en su corazón. Sus costumbres, sus tradiciones, su indumentaria y cómo no sus bailes. Me llega a la memoria un viaje invitados ambos a Lagartera (Castilla la Mancha), para participar en las fiestas del Corpus Christy. Pude comprobar lo bien que ejecutaba los bailes maragatos: la jota, el corrido, y demás. ¡Cómo disfrutó en aquella jornada!

La etnografía era algo esencial en él. Conocía punto por punto esta su tierra maragata y de hecho en numerosas ocasiones tuve el honor de escucharle impartiendo conferencias en el Museo de La Comunal de Val de San Lorenzo. Cada vez que le insinuaba si quería venir a hablarnos de algo, enseguida aceptaba.

Participó en la publicación del Ayuntamiento de Val de San Lorenzo, Un carro chillón y algo más… volumen II. Su trabajo sobre El transcurrir de la vida en Val de San Lorenzo en 1926, nos transportó a dicho año, contándonos como era el Val de San Lorenzo en aquel año y cómo se había celebrado. Participó y en mucho en las presentaciones que hicimos de la publicación en numerosas localidades.

Posteriormente, desde el Ayuntamiento de Val de San Lorenzo se le pidió que fuera el Presidente de la Asociación Cultural de Amigos del Museo Textil, aceptando muy emocionado el que se contara con él para ello.

Tengo que regresar a mis experiencias de amistad con José Manuel. Se involucró desde el primer momento que le hablé del proyecto de un reportaje sobre la Boda Maragata que editaría la revista GEO. Juntamente con la artesana Dolores Fernández Geijo y varias personas más, se organizó para dicha publicación el ceremonial completo de la misma. Este que suscribe, fue el novio y la boda se llevaría a cabo en el atrio de la Iglesia Parroquial de Santiagomillas. Cómo no, José Manuel utilizó la casulla mas antigua y valiosa de la parroquia e incluso se desprendió de sus gafas para que pareciera todo más antiguo.

Sus muchos trabajos en publicaciones como el recorrido por las Iglesias de La Somoza, pueblo por pueblo. Un trabajo interesantísimo y lleno de detalles. La mejor guía para conocer ermitas e iglesias de nuestra comarca. Cómo no, citar una publicación suya que a día de hoy sigue despertando un gran interés, Maragatos en un desfile. Precioso documento ilustrado con imágenes de altísima calidad que él guardaba con mimo. Su colección fotográfica es digna de estar en un Museo. Ojalá no se pierda ni se disperse. Bien podría estar en el Museo Textil de Val de San Lorenzo, en las dependencias que están previstas dentro de la ampliación del mismo que se va a iniciar en breve. Desde aquí, invito a quien corresponda la petición de que se custodie en este “su pueblo de Val de San Lorenzo, donde José Manuel se crió”.

He sido un privilegiado al contar con su sincera y gran amistad, al igual que otras personas que me rodean, entre ellas, Javier García de Cabo, tamboritero de Val de San Lorenzo y un enamorado de la etnografía y el folclore maragato. Este, un asiduo estudioso de su tierra, compartió muchos momentos con Sutil cuando ejercía de Director del Archivo Diocesano de Astorga.

El impacto tan terrible de su fallecimiento (el cual no era esperado), nos ha dejado huérfanos en muchos aspectos. Su funeral en la S.A.I. Catedral de Astorga lo recordaremos siempre, pues allí, el joven tamboritero maragato entonó con su tamborín y su flauta acompañado como no por las castañuelas maragatas, la marcha real, como a José Manuel le gustaba que sonara siempre en el momento de la Consagración. A todos, absolutamente los que allí estábamos se nos cayeron las lágrimas por la emoción y nuestro pensamiento fue directamente a la memoria de un gran amigo y protector.

Descansa en paz, AMIGO

Miguel Ángel Cordero

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