Jose Luis Barreales “Hemos estado quince minutos fuera del partido, cinco en la primera mitad y diez en la segunda, y es cuando han llegado los goles. Tuvimos muchas llegadas, pero nos ha costado finalizar, sobre todo en la primera mitad”. Con estas palabras analizaba Álvaro García el tropiezo en la primera jornada liguera.
El técnico verde no se mostraba especialmente preocupado tras la derrota: “Nos ha penalizado la segunda mitad. Llego tarde el gol y creo que ya nos quedamos sin tiempo. No hemos merecido quedarnos sin puntos”. La cruz del equipo han sido “los balones parados. Nos costado defender esas jugadas”. Pero también quedó claro que existen otros aspectos a cambiar: “Creo que el equipo no ha defendido mal, pero hay que mejorar defensivamente a nivel grupal, porque arriba sabemos que tenemos gol, y lo hemos vuelto a demostrar”.
Tras una derrota que deja sensaciones contradictorias en la parroquia astorgana –positivas porque el equipo no mereció perder, pero negativas porque la endeblez defensiva es una tónica y los malos encuentros de pretemporada siguen presentes– , toca jugar lejos de La Eragudina las dos siguientes jornadas. El domingo, visitar El Sardinero y siguiente fin de semana habrá que viajar a Barreiro para enfrentarse al Celta B. El camino no parece el más sencillo.
Respecto a la decisión más controvertida del partido: poner de inicio a los tres últimos fichajes con sólo tres entrenamientos junto a sus compañeros, Álvaro García aseguraba que “venían de hacer la pretemporada con sus equipos, y estaban en buenas condiciones físicas. Tengo veinte jugadores en plantilla y he decidido poner el mejor once para ganar el partido, pero no lo hemos conseguido…”
Ganar con muy poco
El entrenador del Coruxo Rafa Sáez aseguraba que fue “un partido típico de inicio de Liga. Hubo poco fútbol. Y estos puntos son de esos que al final de curso vienen muy bien para conseguir objetivos, además conseguirlos fuera de casa…”.
El vigués tenía claro que el cambio de Pablo García por Pedro Vázquez en el descanso encaminó la victoria: “Nos salió bien porque Diego nos estaba percutiendo muy bien y nos estaba haciendo una verdadera sangría. Luego, incluso, tuvo que cambiarse de banda”. También “es cierto que no hemos necesitado hacer mucho para quedarnos con la victoria. El juego no ha dado para mucho”. Con estas palabras el preparador gallego dejaba patente que se llevaba la misma sensación que la mayor parte de los presentes en el choque.