Algo ha cambiado para seguir igual

El 20D terminó. A estas horas de la madrugada todavía las redacciones de toda España andan retocando los últimos detalles de sus gráficos, recopilando opiniones y mostrando lo que será mañana noticia cuando los españolitos se levanten a desayunar. Todos, por obra y gracia de las nuevas tecnologías ya saben quien ha ganado las elecciones: el Partido Popular, Mariano Rajoy. Pero de la misma forma en el PP son conscientes del retroceso habido que les ha llevado a perder, como todo pronosticaba, la cómoda mayoría absoluta. En León y en Ponferrada no se movió un dedo a nivel declaraciones públicas hasta que el presidente nacional salió al balcón, pero no para tirarse como algunos contrarios hubiesen deseado, sino para proclamar la victoria electoral y el mandato de las urnas que obliga a dialogar hasta la saciedad o hasta llegar a un pacto.

En Castilla y León el PP recuperaría su mayoría absoluta a tenor de las actas de diputados conseguidos con respecto al resto de fuerzas y en clave provincial se ha resistido, y bien, a lo que se avecinaba. Las fuertes restricciones presupuestarias, los escándalos versus Bárcenas, Púnica y demás, las jugadas a la minería…Eran un lastre que milagrosamente se ha salvado. Este pueblo sabe tener sentido de Estado y se le han tocado mucho las narices con temas catalanes, bolivarianos y demás. Al final Ciudadanos apareció, sí, pero menos fiero de lo que se pintaba. Curiosa la diferencia en votos al senado entre las bercianas Rosa Luna y Enmi Esteban, naranja y violeta respectivamente. Teniendo la primera seis meses para aprovechar su tirón mediático. Pero no es esa la única curiosidad. El subidón de Podemos en la provincia de León pide árnica en la izquierda moderada. En el Bierzo se respiraba enfado con la composición de las listas y la falta de bercianos al final en Congreso y Senado, cuando esta comarca siempre fue santo y seña del socialismo de Castilla y León. El socialismo leonés tiene frentes abiertos importantes, en Ponferrada, en Astorga y en media provincia que tiene que resolver. Parece baladí, pero no lo es. Solo la unión da fuerza. Podemos le ha ganado mucha partida entre la gente joven y el enfado de la izquierda sociológica. Al menos, Pedro Sánchez a nivel nacional ha logrado mantener la segunda plaza que llegaba a cuestionarse en algunos momentos de la campaña.

Así las cosas parece que hubiese un gran perdedor, Ciudadano y Albert Rivera. Pero han entrado con fuerza, la cuarta, a nivel nacional. Pocos podrían decir eso en la historia de la democracia. En Castilla y León han sido sobrepasados por Podemos, quizás por el craso error de decir que no se pactaba con el PP, lo que hizo a los indecisos populares a volver al redil de don Mariano, Herrera y compañía. Pero en León lograron su diputado, a pesar de Sadat y sus estudios. El tirón de la marca y una discreta pero limpia campaña de su número uno provincial resultó al final lo importante.

En Bierzo queda claro que existe un PP fuerte y un Podemos en ascenso que mira al PSOE de tú a tú. En la tradicional Astorga con nuevo obispo incluido el PP siguió por su fueros dejando muy atrás a los demás. Aquí Ciudadanos sí tiene más predicamento que Podemos, y no digamos de IU, que prácticamente ni existe. Poco favor le hizo la dimisión, como quien dice hace un cuarto de hora, de la portavoz municipal comunista.

Al final, la izquierda se bipolariza en general y la derecha no tanto, con una clara apuesta por lo clásico, esto es, los azules de la gaviota. Al final va a resultar que sí tienen algo de conservadores estos del PP.

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