Todavía resuenan en esta Redacción los ecos de las múltiples fiestas y celebraciones varias que los partidos políticos organizaron para disfrute de su grey y última llamada de atracción a posibles votantes. Terminar con una fiesta. Y es que en la mayor parte de los pueblos que habitan este planeta llamado Tierra todo empieza o acaba con una celebración. Hasta los funerales.
Recuerdo aquella mítica pulpada para jubilados en el Parque del Temple, en la que la rumorología popular afirmaba que cierto empresario constructor financiaba al entonces candidato a la Alcaldía de Ponferrada. Es curioso, veinte años después el “modelo” se va sofisticando con paellas, bollos preñaos, Djs …hasta llegar como en algunas sedes de campaña, donde hemos visto las socorridas patatas fritas, la tortilla de patata y los refrescos.
Pero, ¿y las ideas? ¿y los programas? ¿dónde habrán quedado? Si tuviésemos una mentalidad escandinava, que no, hoy nos sentaríamos un rato en casa y confrontaríamos con tranquilidad las propuestas, el contrato que nos presentan cada uno de los candidatos para nuestra ciudad, pueblo o lugar donde residimos habitualmente. Hoy en día, las diferencias estrictamente ideológicas, siempre hay excepciones, no son tantas, más si cabe cuando se trata de elecciones locales, juntas vecinales y personas con las que conoces o charlas a cada poco.
Desde El Bierzo Digital como desde Diario de Astorga, las dos cabeceras de nuestro Grupo, hemos intentado con los recursos humanos y técnicos a nuestra alcance, informar a ustedes de todo cuanto acontecía. Estamos seguros que nos hemos dejado muchas cosas en el tintero (qué expresión tan rara en el mundo digital). Como pedimos disculpas por las diez cartas y notas que no han visto la luz por falta de espacio y tiempo. No por otra cosa. Aquí no cobramos feniciamente porque un periódico se debe a su sociedad por encima de todo, incluso a veces, por delante de los propios intereses de empresa, porque al fin y al cabo, esto nuestro es una empresa con todo tipo de regulación legal y profesional. Otras lo intentan y no llegan.
Ha sido una campaña larga, quizás por la excesiva precampaña, que se comió a la propia campaña. Se podría escribir todo un diario de acontecimientos en los que la condición humana no saldría bien parada. Periodistas usados como peleles, defensa numantina de la profesión y la dignidad del redactor, intereses editoriales de cada medio, filias y fobias en los políticos, en sus jefes de prensa, en los propios periodistas. Luchas fraticidas dentro de la clase política, en la elaboración de candidaturas, en las apariciones en prensa, manipulación de la información por parte de pseudopolíticos que juegan a publicistas, a director de redes sociales, pobre mercado de publicidad de partidos, dispendios de algunos apoyados por ocultos intereses empresariales, productos de la tierra e ingenio por parte de otros, reunión de amigos casi en soledad de unos candidatos, encuestas profesionales, encuestas que llamamos “cocinadas”, en fin…Tantas y tantas cosas que, a algunos encanta y a otros espanta.
Pero no nos perdamos en el ruido, en las formas. Algunos por cierto, sí, sus formas han rozado la legalidad y tendrán su consecuencia, al menos eso esperamos, tanto política como judicial. Nunca entenderé a ese tipo de personas que “o yo o el todo vale como programa y forma de gobierno”. Pavor nos dan. Ahora las porras, los comentarios y los discursos han cesado. Es tiempo de reflexión. De pensar qué hacer mañana. Desde aquí, haya frío o calor, lluvia o sol, tan sólo deseamos suerte a los candidatos, ánimo a los vecinos para que acudan, si lo desean, a las urnas y gracias por los récords sucesivos de audiencias, lectores y amigos que nos han seguido estas semanas.
La suerte está echada. Alea jacta est.