Alcaldesa, esto no se hace

Por muchas ansias que Victorina Alonso tuviera de continuar en el cargo, lo que ha hecho con los demás compañeros de la agrupación socialista, con la secretaria de organización, conmigo mismo, y en suma también con la ciudad, o al menos con aquellos astorganos que han venido considerando nuestra opción política beneficiosa para Astorga, no tiene disculpa. Estamos en los inicios del periodo de propaganda electoral y tanto ella, como el cargo provincial y aspirante primero a las cortes regionales, Tino Rodríguez, tienen pendiente una explicación pública ante los astorganos y ante nosotros mismos, por los lamentables hechos que a continuación les voy a relatar.

 

Para elegir los candidatos que la Agrupación Socialista de Astorga, como del resto de España, propone como concejales para el Ayuntamiento, se ha de celebrar una asamblea en la que participamos todos los militantes; cualquiera de nosotros puede presentar una lista con los compañeros que considera idóneos para defender los intereses de la ciudad, y ha de ser votada. Un principio, pues, democrático fundamental; con posterioridad, el  Comité Electoral Provincial, decide, de haberse votado varias listas, cuál ha de concurrir a las elecciones, que es, habitualmente, la que han aprobado la mayoría de los militantes.

 

Entre varios militantes de nuestra agrupación socialista ha existido la convicción de que la gestión de Victorina Alonso ha sido muy deficiente, y así se lo han manifestado en más de una ocasión, y que más allá de su intensa propaganda ha sido incapaz de continuar una labor, tener tacto con  la mayor parte de su grupo de gobierno para que no se sintiesen heridos en su trabajo, conservar la satisfacción y confianza del personal de los distintos servicios municipales y mantener una ciudad con la anterior colaboración y armonía.  Por lo que pensaron, era su derecho,  que era necesaria una alternativa, es decir, plantearnos a todos los  militantes otra opción de candidatos, tan legítima como  la de la actual alcaldesa; cada una de las dos opciones, obviamente, “llevaría” sus votos.

 

Usted, como yo, o cualquiera, pienso, no podía imaginar que Victorina sería capaz, con malas artes, de intrigar para impedir este derecho y que la proclamasen como candidata única, por las buenas o por las malas. Es, salvando las distancias,  como si alguien se considerase con derecho a impedir que no se presentase a las elecciones en  Astorga más partidos que uno, el suyo. El razonamiento es bien sencillo: si  en tu casa, en tu Agrupación socialista, que bien te conocen, te apoyan, pues muy bien, y si así no fuese ¿quiénes mejor que tus compañeros, la mayor parte de los concejales,  saben de tu valía o incapacidad para gestionar el ayuntamiento?

 

Nada y a nadie respetó;  a todo estuvo dispuesta,  si no aceptábamos que ella debía ser la única candidata. Sabemos que el  nuevo cargo provincial y aspirante a entrar en las cortes de la Región, Tino Rodríguez, quiere tener a su lado, para su manejo  y para  posibles pactos electorales en la provincia después del día 24 con cualquier fuerza política,   a militantes sumisos, que consideren que lo primero es el partido, y después   su pueblo o ciudad (¡ay, pobre Astorga!, ¿qué le esperará?). En la alcaldía eso no vale; así,  hemos perdido estos años el apoyo de  los que gobiernan en las otras instituciones, y el resultado ahí está: no ha venido ninguna subvención a no ser las que corresponden a  todos los ayuntamientos, y lo único que  ya no me dio tiempo a  conseguir en la contratación del Teatro Gullón, el equipamiento escénico, “muerto de risa” quedó; tendrá la próxima Corporación que empeñarse en ello para que puedan disfrutar debidamente los astorganos esta importante dotación.

 

Su lamentable actuación la inician al día siguiente, 7 de marzo,  de una reunión, a la que ambos,  Victorina y el secretario Tino,  nos citaron en Hospital. Si no accedíamos la secretaria de organización y yo a ponernos de parte de ella para que fuera la única candidata, tenían los dos previsto (no sé si también  con la participación del diputado y encargado de las listas por el PSOE de este partido judicial, Joaquín Llamas, extremo que él debería aclarar), tenían tramado, digo,   el siguiente plan: primero, desacreditarme, a través de El Mundo regional,  para que si protestaba por este atropello ante la ciudad “quedase” como un instigador con sucios intereses y ella como “la redentora”;  y en segundo,  suspender de hecho el órgano de gobierno de la Agrupación, la Ejecutiva, con el fin de  que los militantes no pudiésemos ejercer nuestro derecho al voto para la elección de candidaturas, tal y como estaba previsto en asamblea convocada para el 13 de marzo.

PabloIglesias-picassa
Pablo Iglesias

 

No accedimos, claro está, lo  primero son los derechos democráticos de los militantes, es la savia de la historia del partido desde Pablo Iglesias.   Por lo que tan  perverso plan lo han ejecutado ambos sin escrúpulo alguno. El Mundo publicó el 7 de marzo un primer artículo (seguido de otros dos) con el siguiente título: “Perandones intenta un golpe de estado para manejar Astorga”. Ya ven ustedes qué salvajada para grabar en la mente del lector una gran mentira. El contenido del mismo es el siguiente: mi pretensión, escriben,  era, junto al teniente alcalde, elaborar una lista alternativa a Victorina, para manejar Astorga a favor de un “constructor local afín”, para lo que había solicitado la ayuda de Zapatero, con el que había comido aquí en Astorga hace un mes, y la del diputado,  portavoz socialista en la Diputación, Ángel Rodríguez; acompañaba el artículo una gran foto del expresidente y mía cuando vino a darnos dinero entre otros destinos para el nuevo Museo del Chocolate (inversión que Victorina, engañando, se ha apropiado en su intensa y costosa propaganda,  como si fuera algo por ella conseguido). Yo, ni he convocado, ni intervenido para presentar una lista a las elecciones municipales por el PSOE (y si lo hubiera hecho, mi derecho era), ni he comido, ni hablado, ni visto a Zapatero desde que me despidió en la Moncloa hace cuatro años; tampoco he mantenido conversación alguna con ningún constructor en este tiempo, ni recuerdo siquiera haber hablado alguna vez  con ese diputado provincial.

 

Por sus ansias de seguir en el cargo  Victorina se ha llevado todo por delante, también la amistad, pues nosotros éramos, la mayoría seguimos siendo, como  una familia unida en pro del bienestar de la ciudad, y en la que nunca hubo canallada alguna. El resultado final  es una lista electoral que Victorina presenta a los astorganos para su votación, en la que los militantes socialistas ni opinar sobre ella hemos podido; y en la que de entre los nueve primeros que aspiran a ser concejales, ni la mitad siquiera son vecinos de Astorga,  aquí no están  empadronados,  y votarán el día 24 para otros ayuntamientos, de León, Villamejil,  Val de San Lorenzo…  En esta ocasión, eso sí, Victorina cumple un ansiado deseo,    no es como la vez anterior:   su mérito o fracaso electoral será exclusivamente de ella.

 

 

 

 

 

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Un comentario en “Alcaldesa, esto no se hace

  1. Señor Perandones,por el conocimiento que tengo,a travès,de bastantes exmilitantes socialista,vecinos de Astorga y demàs,solo tengo que decirle una cosa.Dice vd. toda la verdad.

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