Al otro lado de la campaña

Esta minicampaña electoral lo absorbe todo. Hoy se habla, a través de las redes sociales, de encuestas y de debates. Son la nueva biblia del moderno postdemócrata. La realidad digital se impone a la realidad vivida. Ya no somos tomistas. Ya no vale tocar para creer. Ahora sólo valen las reacciones viscerales, el hígado y el corazón frente a la razón. El cabreo frente a la reflexión. Una pantallita digital rige nuestros destinos y condiciona –manipula- la democracia. Hay tal catarata de desinformación a base de medias verdades que la incertidumbre es la única certidumbre.

Hasta las referencias se difuminan. Todo hace indicar, según las tendencias emanadas de las encuestas electorales, que va a ser difícil que el 10N sea una solución  al bloqueo que nos ha traído a esta situación de ingobernabilidad crónica. Sólo se atisban dos soluciones: 1) Un gobierno débil del partido más votado con apoyos externos para su investidura y 2) una coalición de bloques, ya que la transversalidad en España es una utopía. La tercera alternativa seria la peor de dotas: otras elecciones en seis meses.

Una reflexión sobre las coaliciones. Una solución que la carga el diablo, ya que requiere un ejercicio continuado de diálogo y de relaciones fluidas. Aquí tenemos, por ejemplo, el gobierno de coalición PP y Ciudadanos en la Junta de Castilla y León. El primer balance es que chirría. Es pronto para hablar de fracaso, pero es evidente que no existe un diálogo fluido entre populares y liberales sino todo lo contrario. En estos primeros meses de coalición asoma la cabeza el principal peligro: la existencia de dos gobiernos en uno. Que PP y Ciudadanos hagan la guerra por su cuenta, cada uno desde sus parcelas de poder en la Junta.

Varios ejemplos: 1) el anuncio por parte de Ciudadanos de terminar con la Fundación Villalar, sin conocimiento previo de los populares y obviando que son los patronos los que tienen la última palabra. 2) El incendio del proyecto de cerrar los consultorios médicos en pueblos de menos de 50 habitantes. Ojo, con la Sanidad pública no se juega y menos en el mundo rural. No se entiende que Ciudadanos haga este anuncio cuando la Junta pretende liderar la lucha contra la despoblación y el envejecimiento de la España vaciada. 3) Ciudadanos comete la temeridad de anunciar la reestructuración de Las Edades del Hombre sin conocimiento previo del PP ni de la Fundación del mismo nombre, que es la propietaria de la imagen y del evento. Las Edades del Hombre merecen un respeto y un reconocimiento y no una cascada de ocurrencias y de improvisaciones que disgustan a todas las partes. Y 4) el anuncio unilateral de la suspensión de los viajes de los 60 a Chile, sin conocimiento previo de la empresa adjudicataria, sin que en el PP supiesen algo y haciendo gala de un desconocimiento temerario de la normativa legal que rige este tipo de contratos. Las situaciones de emergencia hay que canalizarlas, no fomentar el alarmismo y actuando por decreto.

Al final todos estos anuncios se quedan en nada porque desde el PP se ven obligados a hacer rectificar a sus socios de gobierno y Ciudadanos, claro está, queda en evidencia como un partido flojito, pero que muy flojito a la hora de asumir y ejercer responsabilidades de gobierno.

No es de extrañar, pues, que el próximo 10N le pase factura a Ciudadanos. Porque ya no se trata sólo de que su jefe, Rivera, se haya convertido en una veleta a merced de los vientos cambiantes sino que allí donde gobiernan, ejemplo Castilla y León, esos vaivenes y ocurrencias son ya una evidencia demostrable.

 

Print Friendly, PDF & Email