Ahora sí, un nuevo ciclo

Se dice que hasta que no se cuenta con unos presupuestos el gobierno de turno y al nivel administrativo que se refiera, está prácticamente en funciones o empezando. Es por ello por lo que desde junio del 2015, hace nada menos que diez meses, el nuevo gobierno local de Astorga ha trabajado en la provisionalidad, incluso en la precariedad. No es lo mismo llegar a una casa donde más de 30 años ha estado regida por un grupo de personas distintas, con ideas o modos, con decisiones e importancias, hasta con gustos de otro tipo, eso sí, legales y democráticos por supuesto; que llegar el PP, en este caso, con un presupuesto del 2015 casi agotado, tener que establecer un crédito puente para ir salvando el día a día hasta tener el instrumento financiero legal y aprobado para poner en marcha lo que pretendes.

Por estas y otras circunstancias, aplicar un alto grado de crítica y de exigencia a los nuevos munícipes, hasta donde este periódico alcanza, se entiende más como el poner trabas añadidas  por intereses partidistas alejadas de buscar el diálogo, el bien de la ciudad y de sus vecinos. Los cien días de cortesía, que solo IU no respetó, se han prolongado más de lo deseado y de lo normal, eso también. ¿Lentitud?

Hay quien sumido en su derrota histórica ha cargado contra todos y todo, cuando a nuestro modesto entender lo más sensato para el bien suyo y de la propia Astorga sería arreglar sus asuntos domésticos partidistas. Queremos y creemos en una centroizquierda astorgana moderada y fuerte. Hoy por hoy no la hay. También, quien como neófito de la política real local,  se cree que sus métodos de comisario soviético publicista con la anuencia de dos camaradas mediáticas le justifica lo injustificable, es decir, mentir, simple y llanamente. Esa estrategia y una frustración laboral familiar como en legislaturas pasadas, se llevó por delante a su cabeza de lista. Y de insistir por ese camino, que todo apunta a que sí. A la extrema izquierda ella misma la sociedad la irá situando en su verdadero lugar,  a saber, un sitio residual en la sociedad astorgana.  En la Bimilenaria no gusta eso del ruido sin contenido real, la demagogia y la agitación contínua. Esos elementos propagandísticos propios de los viejos manuales del siglo XX camuflados, eso sí, bajo el prisma de los formatos. Estamos en el XXI por si no se han enterado algunos.

2016-04-01 01.13.18
José Guzmán (d) el hombre de los dineros, en el Pleno de Presupuestos

En este panorama de diez meses ya, el PAL ha sabido esperar y llevarse el ascua a su sardina, que no es otra cosa que ver que en la eterna oposición-protesta no se podía seguir. El techo electoral dio lo que dio, por lo que la colaboración para un final de legislatura con el PSOE contribuyó a que la catástrofe de la no-gestión pública se mitigase. Hizo su servicio general, de acuerdo. Por una vez, y sin que sirva de precedente, los funcionarios locales sacaron adelante el día a día de la Casona prácticamente solos ante la desbandada de los concejales de gobierno en el último tramo de legislatura. Ahora el PAL, o lo que queda del leonesismo político, ha entrado con todas las de la ley en el gobierno de Astorga. Así se ha asegurado en el clima interno del ayuntamiento una estabilidad y una tranquilidad que la sociedad demandaba a gritos. Verguenza ajena daban aquellos plenos broncos e interminables. El PP y el PAL se presentan moderados en sus discursos y fuertes ante el panorama político local. Pero faltaba el instrumento principal: los presupuestos.

Los primeros presupuestos, de los que confesamos no tenemos copia o síntesis suficientemente amplia, de un gobierno son su declaración de intenciones en una legislatura que realmente comienza. Lo primero que advertimos es la moderación. Pues algo más de ocho millones de euros para el tamaño de Astorga son una cifra global discreta. Bembibre, por ejemplo, supera los 10 millones de euros. De momento no hay recursos para grandes obras. El efecto de la crisis se sigue notando en las cuentas astorganas. Por lo que se espera una importante gestión ante Diputación, Junta y Gobierno central para la inyección de dineros en capítulos más señalados y proyectos a medio culminar.

2016-03-15 13.47.27

Lo que sí transcienden de estas primeras cuentas es el saber. Sí, saber. Se sabe lo que se tiene entre manos. Se sabe explicar, se sabe redactar y se está organizando por dentro un equipo que aún tiene que pulir su engranaje mucho más. Hay mimbres para ello. La economía e industria va a ser fundamental en esta legislatura. El apoyo al empresario y al emprendedor tiene que ser norma sagrada. Poner en valor el ancho patrimonio cultural y monumental para también ser una forma de vida social y económica es lo que camina con más rapidez de momento. Muy al estilo del propio cabeza de Coporación que entiende a la perfección la importancia de la cultura, el patrimonio y la industria derivada de todo ello. Astorga está siendo centro provincial de multitud de actos e inciativas culturales y turísticas, que, se nos asegura, irán a más.

En el apartado de obras e infraestructuras, a falta de grandes inversiones, se ha empezado por remozar lo más urgente y repartir bastante el juego de los dineros. No se va a vincular ni empeñar unas siglas políticas, ni a sus personas con un grupo empresarial único, concreto o con cualquier cosa que puediera sospechar el resurgimiento de nuevos capos o padrinos del ladrillo y el cemento rememorando viejos modelos de gestión. Poco y repartido, es la consigna. Aún así, sabemos de la condición humana y nunca nadie quedará satisfecho. Algo parecido en el resto de inversiones y gastos del resto de concejalías.

 

image-11

 

Hay temas importantes sin resolver. No ha habido tiempo ni fondos. Incluso los roles en el propio gobierno todavía no han sido fijados, tan solo esbozados. Todo apunta a que lo inicial, y por tanto circunstancial ha sido un salir del paso y que se está haciendo necesario algún retoque interno, en especial para encajar a los tres nuevos ediles leonesistas  en el organigrama con sus competencias, y en particular los papeles tras la figura líder e indiscutible del alcalde. Ese segundo nivel que lo mismo atienden el día a día de cuestiones menores como la sustitución formal del primer edil cuando proceda. Ahí han aparecido ya como figuras emergentes los portavoces del PP y del PAL. Esa estructura, la lógica cuando hay coaliciones, se empezó  a vislumbrar semanas atrás y recobrado fuerza este fin de semana en la Feria de ASEMAC. Pronto veremos cómo todos los concejales tienen su presupuesto, sus tareas definidas, y en un estadio más elevado los dos portavoces que sustentan el liderazgo indiscutible del nuevo alcalde, quien además de temas de su condición de doctor en Historia, ha resultado ser un embajador de Astorga con muy buen hacer y oficio en los altos despachos que cada vez va a visitar más. Y mientras tanto, en la Casona, su guardia pretoriana, Ortiz-Peyuca e incluso Guzmán, principalmente, atenderán el hueco cuando García no esté y el resto de ediles necesiten refuerzos. Ahora tienen plan y tienen recursos, solo les queda trabajar sin más dilación.

Por lo demás, en la ciudadanía se percibe ese cambio de modelo, de personas y de tiempos en el Ayuntamiento. Depende de la fortaleza con que se fijen las bases del nuevo equipo y sus formas de actuar el tiempo que durarán en los sillones. Los astorganos, nunca lo olvidemos, los examinaremos dentro de poco más de tres años.

 

Print Friendly, PDF & Email