Fotografías de Pedro González Como marca la tradición astorgana, la procesión del Santo Entierro volvió a emocionar a miles de vecinos y visitantes que abarrotaron las calles y plazas por las que pasa una de las procesiones más importante de cuantas tienen lugar en la Semana Santa declarada de Interés Turístico Nacional. Una procesión que tiene su punto álgido en el Acto del Desenclavo, cuando el Juez de Penas baja al Cristo Yacente de la cruz para colocarlo en la urna.
La Cofradía de la Vera Cruz y Confalón de Astorga celebra cada Viernes santo la procesión del Santo Entierro, en el que pujan los pasos del Cristo Crucificado, la Cruz Dorada, Lágrimas de San Pedro, Descendimiento de Cristo, la Virgen de la Piedad, la Urna para el Cristo Yacente, a San Juan Bautista “El Guapo” y a Nuestra Señora de la Soledad. Los pasos estuvieron acompañados por la Banda de Gaitas Sartaina, una sección militar, que acompañó a la Banda del Acuartelamiento Santocildes y la Banda de la Vera Cruz.
La Corporación, que desfiló bajo mazas y acompañados por la Banda Municipal de Música de Astorga, estuvo representada por los altos cargos de las instituciones civiles, militares y eclesiásticas. También acudió una representación de la Cofradía Santo Cristo del Desenclavo de León, hermanada con la Vera Cruz, a la que este sábado acompañarán los astorganos en su procesión.
Bajada de Jesucristo de la cruz
El momento más importante de la tarde de Viernes Santo se produjo pasadas las 20 horas en la plaza de Eduardo de Castro con el Acto del Desenclavo, el silencio roto por el coro de la Capilla entonando el Pueblo mío, mientras el Juez de Penas retira la corona de espinas, y envuelve al Cristo con el Sudario para bajarlo de la cruz una vez retirados los clavos.
La Cofradía procesionó este viernes todos los atributos de la Pasión: Gallo, Dado, Columna y Azotes, Corona de espinas, Martillo y Tenazas, Lanza y Esponja, Descendimiento y el Cáliz. Varias plañideras con el traje típico de luto maragato acompañaron a la Virgen de la Piedad.
La procesión recorrió el camino de vuelta al Cabildo de la Cofradía donde al ritmo de la Marcha Real la Virgen de la Piedad se encuentra con San Juan Bautista “el guapo”, que realiza una genuflexión mientras las braceras elevan a la Virgen ante los aplausos de los espectadores.
La Cofradía recuperó este año el acto de la Vela de la Urna, una tradición ya perdida en la cual acabada la procesión del Santo Entierro, el Cristo de la Urna era velado hasta el anochecer, momento en que arrancaba la procesión de la Soledad desde el barrio de Puerta de Rey. Para ello se habilitó un espacio en la Capilla para acompañar a la figura del Yacente.
es una pena que esta semana santa astorgana cada dia se parezca mas al torrente folclórico de otras localidades mas meridionales de este pais. A ello está contribuyendo notablemente el ejército con sus numeritos malabares al desfilar con las armas creyendo hacerlo para el circo europa en lugar de una procesión. El colmo lo ha constituido el desenclavo, en un burdo intento de imitar el ya de por sí mal gusto de los legionarios. Me pregunto dónde quedaron aquellos tiempos en los que las bandas desfilaban con la túnica de su cofradia, donde el ejército marchaba con uniforme de faena rectos como ejército y no como bandas de majorettes, donde los tronos tenían mas madera y menos plata y sobre todo donde se vivia la semana santa con mas devoción y con menos ostentación. Cierto que en la vida y en la historia se evoluciona, pero en determinadas ocasiones el seguir manteniendo la tradición y haciendo las cosas como siempre se hicieron es la mejor forma de evolución o al menos la mejor manera de no dar pasos hacia atras en lugar de hacia adelante.