Tribunales

Absuelven a la viuda de Roberto Larralde y al detective privado del asesinato del boxeador

El Alto Tribunal ha desestimado los recursos de apelación presentados por otros tres de los acusados
Llegada de la viuda de Roberto Larralde a la Audiencia Provincial de León. / Ical

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJCyL) ha absuelto a la viuda de Roberto Larralde, Miriam Caballero, y al detective privado, Froilán Álvarez, de la muerte del boxeador leonés. Por el contrario, según la sentencia, el Alto Tribunal ha desestimado íntegramente los recursos de apelación presentados por los acusados Julio López -amante de la viuda de la víctima-, Antonio Gabarri -vendedor del arma homicida- y Adrián Martínez -que entregó el arma a Gabarri para saldar una deuda- contra la sentencia emitida por la Audiencia Provincial de León.

El recurso presentado por la viuda defiende que la condena impuesta “carece de toda base razonable” a lo que el Alto Tribunal comparte que los elementos tenidos en cuenta por el jurado para declarar probados los hechos determinantes de su culpabilidad “son circunstanciales, de escaso valor indiciario y tan claramente insuficientes que ni cada uno por sí mismo ni todos en su conjunto aportan una base razonable para la pena impuesta”.

El TSJ considera que “no hay que hacer un esfuerzo analítico especialmente intenso” para saber que el jurado declaró culpable a Miriam Caballero porque “sus relaciones con Julio fueron el motivo de los hechos” pero defiende que hay que ir “más allá” porque los razonamientos utilizados “a lo más que pueden conducir es a tener probado, en el peor de los casos, que Miriam sabía lo que Julio y José Ramón se proponían”. Por otro lado, y sobre el viaje que la viuda hizo a Madrid, el TSJ asegura no haber encontrado en las explicaciones para justificar que estaba lejos en el momento en el que se cometiera el crimen “otra cosa que una cierta prudencia hacia los signos externos de su adulterio, y menos aún hacer de él la prueba más concluyente de su participación en el asesinato”.

En relación al recurso del detective privado, Froilán Álvarez, el Alto Tribunal asegura que aunque hubo una serie de llamadas telefónicas” con el fin de posicionar a los acusados en lugares y momentos incompatibles con su intervención en el asesinato, pero “de ahí a establecer que solo Froilán tenía capacidad y experiencia para urdirlo por ser detective privado, hay una gran distancia”. El TSJ estima también que es probable que Froilán “supiese lo que se tramaba” como la viuda, si bien, y atendiendo a la presunción de inocencia, no ve posible considerarse ni calificarse su participación “en ningún grado”.

En relación a la participación de Julio López en los hechos, el Alto Tribunal defiende que “Julio concertó con José Ramón -considerado el autor material del asesinato y fallecido en prisión el pasado mes de abril- la muerte de Roberto, le ofreció dinero para que cargase él solo con las culpas, planeó un programa de llamadas telefónicas que pudiera servir de coartada al autor material, se quité de en medio la noche que iba a llevarse a cabo, viajando a Madrid, y aseguró sus bienes otorgando poderes a Yolanda -su esposa- por si las cosas salían mal”.

La viuda de Roberto Larralde fue condenada a 17 años y siete meses de cárcel por un delito de asesinato con alevosía. Durante el juicio negó toda participación en los hechos, insistiendo en que jamás hubiera hecho daño ni consentido que se lo hicieran al padre de sus dos hijos. Por su parte, el detective privado, amigo íntimo de Julio, el amante de Miriam y condenado a 18 años de prisión como inductor del crimen, apodado ‘el espía’, fue condenado a 15 años de cárcel por asesinato de Larralde, al considerarse que su participación fue “decisiva” en la ejecución del delito, para el que habría diseñado las coartadas y asesorado al resto de condenados en diversos aspectos.

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