A la atención de doña Victorina Alonso, Portavoz Municipal del PSOE

Decían los antiguos (y considero que los políticos deberíamos recordarlo siempre), que el Pueblo (aunque pensemos en alguna ocasión que se puede equivocar), siempre tiene razón; comento esto recordando los resultados electorales municipales de Astorga de las últimas dos décadas. Y es por ello, señora Victorina Alonso, que con Usted y con los que le acompañan y dan luz pública a sus recientes palabras irrespetuosas hacia mi persona y hacia los hombres y mujeres que forman el Gobierno Muncipal, el Pueblo de Astorga habló muy claro en mayo del 2015.

Representante Usted (y sus compañeros ideológicos de oposición municipal de IU), de una “renovada” izquierda radical y sectaria que ha perdido el norte, la responsabilidad y el sentido de Ciudad del que había hecho gala el socialismo gobernante en Astorga durante varias legislaturas, fue usted doña Victorina la responsable primera del mayor fracaso político electoral sufrido por uno de los dos grandes partidos nacionales en la reciente historia de la democracia municipal de Astorga, el PSOE, y desde luego sin asumir autocrítica alguna ni reconocer lo que a todos los ciudadanos de Astorga nos es obvio, que su partido político ni la quiere, ni cuenta con usted para nada.

Mire, doña Victorina, uno de los principios de mi conducta durante los años que he sido concejal, y desde mis tres años de Alcalde, ha sido el centrarme en la constructiva labor de oposición y de gobierno, y en no perder el tiempo en polémicas y enfrentamientos con el resto de partidos políticos con representación municipal. No es labor de un Alcalde, considero, perder ni un solo minuto de su trabajo, y preocupaciones diarias, en contestar a las falsedades y calumnias que usted y algunos de sus colaboradores ideológicos tratan de verter sobre mí. Pero la libertad de expresión y la crítica y control al que todo gobernante político tiene que someterse en los medios de comunicación y a sus profesionales, tiene unos límites que, en su momento dictaminarán, también la Justicia. La palabra siempre queda escrita.

Señora Victorina Alonso, creo que quien ha ostentado por mandato democrático el cargo de Alcalde (antiguamente era el mayor honor al que podía llegar un Ciudadano, ser elegido para este difícil cargo por sus vecinos), debería aprender unas nociones mínimas de dignidad y respeto a dicha magistratura municipal. A mi humilde entender, doña Victorina, después de haber sido Alcalde o Alcaldesa de Astorga, una persona no puede continuar en un Ayuntamiento ejerciendo ninguna otra labor como concejal o portavoz, y menos aún de la manera que usted lo ha hecho en esta legislatura, sin aparecer por el Ayuntamiento, ni en la mayoría de los actos de representación a que su cargo le obliga, dejación de funciones que quiere suplir intentando hacer de la labor política de oposición un barrizal, tanto en los plenos municipales, en los que deja de desear mucho la preparación previa y la seriedad de sus intervenciones, como en los medios de comunicación.

Señora Victorina Alonso, esta es la última vez que le pido Prudencia. El desastre organizativo, administrativo, de personal, jurídico y legal que nos ha dejado usted y el PSOE en sus años de gobierno darían para muchas páginas y para muchos abogados; sea usted prudente en juzgar y en injuriar a su Presidente de Corporación, porque, le vuelvo a repetir, en el actual proceso de investigación que afecta a casi 50 ayuntamientos en toda España, hay contratos y documentación requerida a este Ayuntamiento, también de su legislatura, y de más allá.

Como decía la sabiduría antigua que la estupidez está reñida con la ignorancia (aunque a las dos las supera ampliamente la maldad de corazón) le voy a dar el beneficio de esa triste duda, a Usted, para quien el Ayuntamiento de Astorga, en sus muchos años de pertenencia al mismo como corporativa, parecen no haberle enseñado nada, ni siquiera el ejemplo de otros excelentes Alcaldes y políticos de unas siglas a los que usted ha denigrado y rebajado con una representación municipal acorde con su trayectoria y sus méritos desde el día que adquirió la responsabilidad de la Alcaldía en la anterior legislatura, la nulidad. Recuerde doña Victorina, el Pueblo no se equivoca cuando elige a sus gobernantes locales.

Me habla Usted de ética, sobre ella y la sagrada Libertad de Prensa le diré también, a usted y a quienes le acompañan y piensan y dan crédito y luz a sus injurias hacia mi persona, que hace unos años, el que suscribe fue invitado a formar parte del Consejo de Administración de EDYPSA (eran otros tiempos y otras personas quienes lo presidían e integraban); honor al que traté de corresponder con trabajo y seriedad, y honor al que renuncié, dimitiendo por propia iniciativa, a los pocos meses, cuando pasé a ser de nuevo Concejal del Ayuntamiento de Astorga y Presidente de la Junta Local de un partido político nacional, el PP; y lo hice por ética y porque quería separar mis cargos políticos de otro puesto en un medio de comunicación local. Eso fue lo que yo hice, aunque veo que otras personas que se permiten juzgar mi persona y mi actuación política, no comparten esa norma de conducta.

Señora Victoria Alonso, yo asumiré mis responsabilidades políticas por el daño que se me ha causado, a mí y a mis compañeros del equipo de gobierno municipal. Le digo también, en especial a quien le escribe sus discursos y escritos, que no por faltar a la verdad muchas veces, y vocear muy alto, se puede dañar la conciencia de un hombre y de un ciudadano, la cual es su mejor juez. La vida, aunque pasa rápida, que decía Alfonso Guerra, es larga, y a todos nos dejará en el lugar que merecemos.

La misma Justicia y la misma Ley que ha puesto en investigación algunos procedimientos administrativos de este Ayuntamiento y a mi persona como último responsable, esa misma Ley y esa misma Justicia (a la que debo respeto y acatamiento) mantiene mis derechos políticos intactos, mi presunción de inocencia y el honor de mi buen nombre que, día sí, día no, algunas personas y medios tratan de ensuciar amparados en la libertad de expresión que todo lo permite, y a la que me someto, y que nos obliga a esperar a que este proceso culmine.

Entre tanto yo y mi equipo de gobierno cumpliremos con nuestro compromiso para con los astorganos y vecinos de nuestras pedanías, no por pasión por el poder, no entiendo bien que puede significar algo que palidece ante el sentido del deber y del amor al buen nombre propio, incluso, en las peores circunstancias.

Señora Victorina Alonso, confío en la Justicia para limpiar cualquier sospecha de nuestra conducta y proceder, pero déjeme, como estudioso de la Historia que soy, decirle a Usted y al resto de la Oposición Municipal una cosa muy clara, no me sobrevivirán ustedes políticamente en el Ayuntamiento de Astorga, el tiempo dirá en qué me equivoco.

En vista de las anteriores palabras, el lector podrá deducir que, desde el año 1999 y hasta hoy (queda poco para llegar a los 20 años), he servido a Astorga como Ciudadano y como miembro electo de su Corporación Municipal con tres candidatos y portavoces populares distintos, desempañando por petición de las personas que en mi confiaron, de los militantes de un gran partido político nacional, y por designación del Pueblo de Astorga, los cargos de Concejal, Presidente de la Junta Local del PP y Alcalde de Astorga, y todo ello sin más aval que los méritos de mi formación y mi capacidad de trabajo; algo que los antiguos llamaron meritocracia, virtud que siempre engrandeció y honró a España, y virtud opuesta a los privilegios de la riqueza o de la caduca raigambre de sangre.

De todo el resto de sus malintencionadas palabras y pretendidos juicios hacia mi persona, no me merece la pena, doña Victoria Alonso, responderle en particular a cada una de ellas, por no dar a este escrito un aire polémico a que no está destinado (y que sería impropio de un Alcalde de Astorga), y por no alargarlo más de lo que, sin duda, el público desea, de lo que la materia exige y de lo que mi reputación necesita.

 

Atentamente, de Usted.

 

Astorga a 8 de octubre de 2018.

   Arsenio García Fuertes,

                        Alcalde de Astorga.