Los miembros del jurado del juicio por la muerte de Isabel Carrasco, abatida a tiros el 12 de mayo de 2014, fueron los más madrugadores al acceder hoy a la Audiencia Provincial de León, donde fueron recibidos por el magistrado-presidente, Carlos Fernández, y donde se desarrollarán las sesiones que se prolongarán durante un mes para decidir el futuro de las tres acusadas.
La primera en llegar a la sede judicial fue la agente de Policía Local, Raquel Gago, quien accedió al edificio por la puerta principal poco antes de las nueve menos diez de la mañana, acompañada de su abogado, Fermín Guerrero, y en medio de un amplio despliegue mediático y policial.
A pesar de que el inicio de la sesión estaba previsto para las nueve de la mañana, las otras dos acusadas, Montserrat González y Triana Martínez, madre e hija, no llegaron hasta pasadas las nueve y cuarto, en un furgón policial y procedentes de la prisión de Mansilla de las Mulas. Entraron a la Audiencia por una puerta lateral, ambas con prendas que les tapaban buena parte de la cara y con una parka oscura.
Antes de las nueve y media dio comienzo la lectura de las calificaciones provisionales de las partes, proceso que se espera se prolongue durante buena parte de la mañana. Unos 80 profesionales de medios de comunicación permanecen en el interior de la Audiencia siguiendo la vista; casi todos en la sala de prensa que se ha habilitado para la ocasión.
La jornada comenzó temprano y desde las ocho de la mañana numerosos cámaras de televisión, fotógrafos y periodistas ocupaban el entorno de la Audiencia Provincial, al igual que un buen número de agentes policiales, la mayor parte de la Policía Nacional y otros de la Local.
La llegada de las acusadas apenas levantó expectación entre los leoneses y solamente alguna persona mayor se detuvo en los aledaños del inmueble, en una mañana fría y nublada. Peregrinos, viandantes y padres de alumnos y escolares de los colegios cercanos pasaron de largo, tras observar la numerosa presencia de medios de comunicación y policías.