El ciudadano Sadat

Sadat Maraña era hasta hace unos meses un gran desconocido en el concierto político leonés. A lo sumo, y de forma muy capitalina, se contaban referencias de iniciativas empresariales que, de una forma u otra, habían terminado mal o con daños colaterales a tenor de los perjudicados. Pero nada ni nadie había prestado mayor atención a un ciudadano más de los que bordean la frontera en el peregrinaje hacia el éxito y la fama, aún en clave de pequeña ciudad.

Con el surgimiento de Ciudadanos y la sombra tuteladora del CEL, Círculo Empresarial Leonés, nombres de cierta experiencia política en la zona con Quivicus, ex miembros del PP y un aluvión de nuevos aspirantes a la cosa pública se conformó un extraño cóctel de nombres e intenciones a la sombra del árbol del pseudosabio Francisco Sosa Wagner, el eterno asesor de todo previo pago de dietas y demás.

Y en esa sopa de egos se conformó una mínima estructura provincial para presentar listas en el mayor número de municipios posibles. Bien por la estrella emergente del líder y la marca, bien porque algún mérito y predicamento tendrían, los resultados fueron discretos pero no malos a nivel general. Sadat Maraña, maestro de ceremonias acá y acullá, se aupó como coordinador y el mejor colocado como líder y cerebro provincial.
El periodista va conversando y conociendo cada vez más qué, cómo se estructura y quién está detrás de Ciudadanos al menos en León. Desde hace meses las quejas no dejan de sorprendernos: asambleas comarcales donde no se sabe cuántos afiliados existen, votaciones sin censo, representantes a dedo, preparación de congreso regional cerrada a la militancia…Si a ello le sumamos el escándalo del título universitario falso o los tejemanejes de captar el sueldo de coordinador de Grupo en Diputación por parte de Sadat, mal ejemplo de la tan cacareada regeneración se ofrece. El ciudadano Maraña demuestra no tener un pelo…de tonto.

Publicado en ABC