Salvadores: “Estoy muy agradecida de que estén pendientes de mí, sólo puedo dar las gracias”

Poco ha podido disfrutar Ángela Salvadores junto a los suyos estas Navidades. Es lo que más echa de menos, por eso tuvo que pisar suelo español para desconectar unos días. El nivel de exigencia de la NCAA no permite grandes relajaciones. Cada vez más adaptada a la vida estadounidense y con la lesión que le impidió arrancar la temporada en plenitud de condiciones, en Duke comienzan a disfrutar de la mejor versión de Ángela ‘Petrovic’ Salvadores.

Pregunta. Ha tenido pocas vacaciones estas Navidades. ¿Las ha disfrutado en León?

Respuesta. Tuve sólo cuatro días, pero me dio tiempo a hacer bastantes cosas. Estuve en León, Oviedo y también un día en Astorga para visitar a mis abuelos. ¡Mi abuela cocina muy bien! –asegura con una sonrisa–.

P. ¿Qué tal han ido los primeros meses en Estados Unidos? ¿Satisfecha? ¿Qué echa de menos?

R. Los dos primeros meses fueron difíciles, estuve recuperándome de una lesión en el pie que arrastré durante todo el verano con la Selección. Una vez empecé a entrenar, todo mejoró. Poco a poco fui entrando en el equipo y mejorando. También me costó adaptarme a causa del idioma. Al principio no hablaba muy bien, pero, al menos, ahora lo entiendo todo, aunque hablar me sigue costando un poco.

¿Echar de menos? ¡Muchas cosas! Lo que más, la familia. También la comida y el ritmo de vida en general. Aquí es muy diferente, sobretodo los horarios. Por ejemplo, entrenamos a mediodía, algo que se me hace muy raro.

P. Empezó teniendo poco protagonismo y poco a poco ha ganado en minutos y presencia ofensiva. ¿Esperaba que fuese así?

R. Empecé con pocos minutos por culpa de la lesión. Ni siquiera completaba los entrenamientos. Era normal que no jugara. Nunca pensé que la lesión iba a prolongarse tanto.Una vez recuperada y entrenando con el equipo al cien por cien, como una más, empezó la competición de verdad para mí.

P. La Universidad, el equipo, los entrenamientos, la competición… ¿son cómo esperaba?

R. Sí, porque ya había venido a visitar la Universidad el verano pasado y jugué con las que serían mis compañeras, así que más o menos ya sabía lo que me esperaba. Aunque reconozco que me sorprendió mucho el ritmo que llevan. Un ejemplo sería cuando llegué de estar en casa cuatro días. Llegué a las 19:30 a la Universidad, la 1:30 en España, y entrenamos hasta las 22:00, lo que para mí eran las 4:00… ¡Imagínate! –apunta con un suspiro–. Aquí da igual las condiciones en las que estés o cualquier problema. ¡Son muy competitivos!

P. Aún queda mucha temporada, ¿qué espera de ella?

R. Con el equipo espero poder optar a ganar nuestra Conferencia y luchar por la Final Four. A nivel individual, mejorar tanto física como técnicamente, ser mejor cuando vuelva en mayo.

P. En León, Oviedo y Astorga están muy pendientes de sus evoluciones. Imagino que es un honor.

R. Me encanta que desde Oviedo, León y Astorga me sigan. Es importante y estoy muy agradecida. Sólo les puedo dar las gracias por estar pendientes de mí, y decir que espero que eso no cambie y que puedan seguir estando orgullosos de mis logros. Las tres ciudades son muy importantes para mí. ¡Les deseo un feliz 2016!