S. G.En el pleno que ha tenido lugar esta noche en el ayuntamiento de Astorga, y en el que se aprobó por unanimidad la moción para cambiarle el nombre a la calle del Instituto por Calle de Eugenio Curiel, tanto  el portavoz del partido popular como alguno de sus concejales han puesto de manifiesto, una vez más,  el poco interés que tienen por la ciudad y los problemas que en la misma suceden, no queriendo conocer las respuestas a la batería de preguntas que ellos mismo habían presentado, y mostrando de nuevo una total  falta de respeto y educación con  su actitud. Tanto hacia el  resto de corporativos presentes como hacia la ciudad.

Preguntas  que les preocupaban hasta el punto de  no poder esperar al pleno ordinario de este mes para plantearlas, pidiendo   un pleno extraordinario para  hacerlo, de pronto han dejado de interesarles. Temas como el  plan general  de ordenación urbana,  el servicio de limpieza, obras en curso,  actuación de turismo,   la gestión de la concejalía de cultura, la de la concejalía de servicios sociales, el estado de los parques y jardines, la actuación en turismo…, la situación económica y el programa de gobierno,  han sido sustituidos en su interés por los adoquines levantados por efecto de la nieve de las última semanas, el orden y asiento de los invitados a la inauguración del Museo del Chocolate, y sobre todo y de forma recurrente y obsesiva la contratación de algunos seguros  realizada por el ayuntamiento.

Las contestaciones a todas esas demandas que tanto parecían preocuparles en el pleno extraordinario del 3 de febrero,  tendrán que seguir  “preparadas” a la espera de la convocatoria de un nuevo pleno extraordinario.

Alcaldesa  de Astorga.

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