Un estudio de CCOO en Castilla y León denuncia que la Comunidad ha perdido 45.500 jóvenes de entre 16 y 24 años desde 2008; el colectivo sufre una tasa de desempleo 44,6 por ciento con un crecimiento del número de parados del 26,8 por ciento desde el año de arranque de la crisis; y los que trabajan presentan una tasa de temporalidad del 54,6 por ciento. Una radiografía que refleja la “seria” situación que atraviesan los jóvenes castellanos y leoneses, que han sufrido la “mayor expulsión” del mercado de trabajo y son “carne de cañón” para una reforma laboral “más propia de países de África que de Europa”, indicó la secretaria de regional Mujer y Políticas de Igualdad de CCOO, Rosa Eva Martínez.
El documento difundido hoy por la central sindical, basado en datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), a cierre del tercer trimestre de 2015, destaca que la Comunidad contaba en esa fecha con 189.300 jóvenes, 96.800 hombres y 92.500 mujeres, frente a los 234.800 de 2008, 120.800 varones, y 114.000 féminas. CCOO destaca que la población joven descendió un 19,3 por ciento durante el periodo, frente a una bajada del 13,5 por ciento de la media nacional.
El análisis sentencia que “uno de los principales motivos de pérdida de población joven en la Comunidad, es su migración a otras autonomías y al extranjero en busca de empleo ante la falta de oportunidades existentes en nuestra Comunidad”. En este sentido, precisa que durante los años de análisis, se marcharon a otros países 9.738 jóvenes.
El estudio recogido por Ical, constata también que el número de jóvenes activos en la Comunidad “ha disminuido año tras año” desde el inicio del ciclo recesivo, y concreta que de los 69.800 contabilizados, el 55,4 por ciento está ocupado; y el 44,6 por ciento, en paro. En este sentido, desde 2008, los jóvenes activos se redujeron en Castilla y León en 44.000 personas, lo que supone un descenso del 38,7 por ciento, frente a una merma en España del 35,5 por ciento. La tasa de actividad en la Comunidad se situó al cierre de septiembre en el 36,9 por ciento, por debajo del 41,1 por ciento de la media del conjunto de las autonomías.
Pérdida “brutal” de empleo
En cuanto a la ocupación, los 38.700 ocupados registrados al término del tercer trimestre del año, supone una “pérdida de empleo brutal” desde 2008, de 50.400 trabajos, con un desplome del 56,6 por ciento. Con todo, CCOO constata que en el último año se ha creado empleo joven en la Comunidad a un ritmo del 5,2 por ciento, por debajo del 11,5 por ciento nacional, y en un porcentaje “totalmente insuficiente”.
Al respecto, el sindicato también denuncia la alta precarización del empleo en el colectivo, con un 53,6 por ciento de tasa de temporalidad. Asimismo, un 35,9 por ciento está contratado a tiempo parcial “no voluntario” y los puestos que se crean corresponden al sector servicios, al comercio para ellas y a la hostelería para ellos, empleos con bajos salarios y nivel formativo. “La generación más preparada de la historia está siendo contratada en empleos básicos”, lamentaron desde CCOO.
El sindicato también constata que las mujeres presentan un nivel formativo más alto que los hombres; y que el 29,2 por ciento de los jóvenes que trabajan siguen formándose. Asimismo, solo el siete por ciento opta por el empleo por cuenta propia.
Por lo que se refiere a los niveles de paro, en Castilla y León había 31.200 jóvenes desempleados al cierre de septiembre, con un aumento del 26,8 por ciento respecto a 2008, frente a un crecimiento en España del 24,2 por ciento. La tasa de paro joven se situó en el 44,65 por ciento en la Comunidad, por debajo del 46,58 por ciento en España. “A fecha de hoy la tasa de desempleo de las personas jóvenes es todavía más del doble de la que había en 2008”, indica CCOO, con un 49,08 por ciento para las mujeres y un 40,9 por ciento para los hombres.
Otro dato que destaca del informe de CCOO es la elevada proporción de jóvenes que todavía no han accedido a su primer empleo. En este sentido, puntualiza que esta cifra según el último dato ofrecido por la EPA, era del 58,3 por ciento, significativamente por encima de la media en España del 49,9 por ciento. Castilla y León es tras Asturias (61,6 por ciento), la segunda comunidad con ese porcentaje más elevado.
Propuestas de “largo recorrido”
En este contexto, la secretaria de Mujer y Políticas de Igualdad de CCOO en Castilla y León, Rosa Eva Martínez. Puso sobre la mesa una docena de medidas para intentar revertir la situación, que se frene la sangría de jóvenes y se logre el retorno de los que se han ido, mejorando las condiciones de contratación para el colectivo. Martínez advirtió de que es preciso diseñar políticas “de largo recorrido” para solventar la situación, y alertó de los efectos perniciosos de las apuestas “cortoplacistas”.
Las medidas que plantea CCOO se centran en la formación del colectivo y en las políticas activas de empleo, junto a una apuesta por canalizar el crecimiento económico hacia la inversión en I+D+i. La responsable sindical abogó por dotar de un nuevo enfoque al Programa de Garantía Juvenil en todos sus niveles, facilitando el acceso a la plataforma, y revisando los criterios necesarios para inscribirse. Asimismo, demandó un servicio de atención individual y personalizada para todos los inscritos. “Deberían recibir una buena oferta de empleo, educación continua, formación de aprendiz o periodo de prácticas en un plazo de cuatro meses después de dejar la escuela o quedar en desempleo”.
CCOO, explicó, también apuesta por que la nueva Estrategia Integrada de Empleo de Castilla y León establezca un marco normativo reforzado en relación a las prácticas no laborales, y defina con claridad en qué casos puede utilizarse esta figura. Aseveró que los contratos de formación deberían limitarse a aquellas personas que no tienen ninguna cualificación.
Rosa Eva Martínez apostó además por facilitar segundas oportunidades de educación para quienes se han incorporado al mercado de trabajo con baja cualificación con medidas como excedencias con reserva del puesto por estudios o derechos de reducción temporal de jornada.
Por último, abogó por reforzar los servicios del ECyL así como los de la Inspección de Trabajo, para que persiga las becas fraudulentas, el empleo sumergido, el uso de falsos autónomos y el fraude en los contratos temporales y a tiempo parcial.